Colau sale con las manos vacías de su primera reunión con Torra

Torra esquiva todas las peticiones de Colau y solo se compromete a celebrar nuevas reuniones y aumentas las horas extras de los Mossos en Barcelona

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La primera reunión entre la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, apenas ha servido este lunes para romper el hielo y hacer declaraciones de intenciones y de buena voluntad. Pese a la larga lista de peticiones y de cuentas pendientes que Colau llevaba a la reunión, la alcaldesa no ha conseguido en sus dos horas de reunión arrancarle al president el compromiso de saldar ninguna de ellas.

Torra es el tercer presidente de la Generalitat con el que coincide Colau. De su primer encuentro con Artur Mas, la alcaldesa sacó un visto bueno del Govern a la unión de los tranvías. Y con Carles Puigdemont, también en su primera cita, cerró un acuerdo para hacer llegar la L9 del metro a la Zona Franca.

Sin compromisos

Esta vez, sin embargo, la cosa no ha pasado de un primer contacto “cordial”, que es el verbo que más ha repetido la portavoz del Govern, Elsa Artadi, a la hora de dar cuenta de  las sucesivas reuniones que el president está manteniendo desde hace dos semanas con dirigentes sociales y políticos.

Ambos han exhibido “entendimiento” por lo que se refiere a la reactivación del Diplocat, a recuperar leyes sociales bloqueadas en el Tribunal Constitucional o a reclamarle al gobierno español más dinero para la Generalitat o para garantizar la financiación del transporte público del área metropolitana. Pero poco más.

Reuniones en julio

Torra le ha ofrecido a Colau celebrar nuevas reuniones, eso sí. Los únicos acuerdos anunciados a la salida del encuentro son para convocar la comisión bilateral Ayuntamiento-Generalitat, un pleno extraordinario del consorcio de la Vivienda de Barcelona y una “cumbre de país” sobre la forma de abordar la creciente cifra de refugiados y solicitantes de asilo que llegan a Cataluña y, muy especialmente a su capital. «Cumbre», según Colau. Artadi, en cambio, ha optado por hablar de una «mesa» que se reunirá «próximamente», sin más precisión.

La comisión bilateral, que es la que tiene que revisar y poner al día la deuda del Govern con el Ayuntamiento, lleva sin reunirse desde antes de la aplicación del artículo 155, y la previsión es que vuelva a hacerlo en las próximas semanas, según Colau, que también ha solicitado que tanto la reunión sobre vivienda como la dedicada a la acogida de los refugiados se celebren a lo largo del mes de julio. Pero en ambos casos, no hay compromiso del Govern al respecto.

Deudas pendientes

Colau ha recordado que, pese a que el Ayuntamiento tiene el 40% del consorcio de la vivienda, y que el otro 60% corresponde a la Generalitat, el consistorio ha estado asumiendo el 80% de la inversión en ese ámbito. El gobierno municipal también quiere que el Govern modifique la normativa catalana sobre la vivienda protegida de promoción privada, que ahora puede incorporarse al mercado libre tras un periodo de 20 años.

Torra se ha comprometido a copresidir junto a Colau la próxima reunión del consorcio, pero por lo demás, su respuesta ha sido la misma que con todo: que lo estudiará.

Colau no retirará el contencioso que interpuso contra la Generalitat por no hacer frente a sus obligaciones en ese ámbito

Lo mismo vale para los 40 millones anuales que el Ayuntamiento está aportando a las guarderías para cubrir las aportaciones correspondientes a la Generalitat que esta no ha satisfecho. Colau advirtió que apoyará “con lealtad institucional” las reclamaciones de más financiación que el Govern haga al Ejecutivo central de Pedro Sánchez, pero que mientras tanto, no retirará el contencioso que interpuso contra la Generalitat por no hacer frente a sus obligaciones en ese ámbito.

Colau también quería más Mossos d’Esquadra para hacer frente al auge de los hurtos y a la crisis del narcotráfico en Ciutat Vella. Pero el otro día, el conseller de Interior, Miquel Buch, ya le dió portazo. Y este lunes, Torra ha esgrimido los 600 millones de euros que la Generalitat entiende que le debe el gobierno central en concepto de financiación de los Mossos. Mientras no los cobre, no habrá más efectivos.

Torra se ha comprometido a cambio a incrementar las horas extras de los agentes desplegados en Barcelona. Pero ese aumento tampoco se ha concretado.

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