Duran gana, pero Unió se rompe en dos por el soberanismo

La dirección logra un 50% de apoyo, por el 47% que reclamaba seguir la hoja de ruta de Mas, una diferencia de 124 votos

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Roto. El proceso soberanista que inició Artur Mas en 2012 ha dejado ya unas cuantas víctimas. Y el último es Unió Democràtica, un partido definitivamente roto, partido por una diferencia de menos de 200 votos.

Josep Antoni Duran Lleida y una buena parte de la dirección de Unió ha ganado la consulta interna, pero sólo con el 50,9% de los votos, a una distancia de 125 votos, justos los que se han reflejado en Lleida. 

El 46,19% de los militantes se ha decantado por el ‘no’ en la pregunta que se había propuesto. Ese ‘no’, como los mismos dirigentes partidarios de ello habían explicado, implicaba un ‘sí’ a la independencia, y un ‘sí’ a seguir la hoja de ruta que Convergència pactó con Esquerra Republicana, y que pasa por una declaración de independencia y un proceso de elaboración de una constitución catalana en el transcurso de 18 meses si los partidos soberanistas obtienen la mayoría absoluta en las elecciones del 27 de septiembre.

La decisión de Duran

Ahora se dibuja un horizonte lleno de incógnitas. Duran ha ganado con su idea de seguir el proceso soberanista, siempre que sea legal, se acuerde con el Gobierno y Cataluña no salga de la Unión Europea. Pero eso implica que no podrá seguir con Convergència. Le queda ahora decidir si encabeza o no una opción propia.

Y a los que han perdido les queda decidir si se suman directamente a la lista del President Mas en las elecciones del 27 de septiembre.

A los dos bandos, en todo caso, les queda ahora una decisión más trascendente: la convocatoria de un congreso extraordinario, porque el partido está roto. 

Las dos direcciones a partir de ahora

Los problemas se irán resolviendo en las próximas horas. O se deberían resolver. Para la dirección de Unió, el resultado les avala. Así lo ha considerado el secretario general del partido, Ramon Espadaler. No lo ve así el líder de la corriente soberanista, Antoni Castellà, que ha considerado que Unió, o la parte que ha dicho ‘no’ a la propuesta de Duran, está legitimida para «añadirse» a la hoja de ruta del President Mas. 

Los números, sin embargo, no pueden contentar a nadie. Podían votan 4.095 militantes democristianos. Han votado por el ‘sí’ 1.351 militantes, por 1.226 que lo han hecho en contra. La diferencia ha sido únicamente de 125 votos. Las abstenciones y los votos nulos se han quedado en 71. Por tanto, el 50,9% ha secundado a Duran y el 46,19% a apoyado al grupo de dirigentes que encabeza Castellà.

¿Y el Govern de Artur Mas?

Una de las incógnitas es saber qué pasos tomará ahora Artur Mas, porque se dirige a unas elecciones con tres consellers de Unió en el Govern que han avalado las tesis de Duran Lleida: Espadaler, Joana Ortega y Josep Maria Pelegrí. ¿Se puede hacer campaña ya con la hoja de ruta soberanista con ese Govern?

Pero la gran incógnita es conocer qué quiere y qué puede hacer ahora Duran Lleida. Ha ganado, a pesar de todo. Y tiene claro que no secundará a Mas en su estrategia del 27 de septiembre.

El paisaje después de la batalla

Los que comenzaron a actuar fueron los jóvenes de Convergència, la JNC, que pidieron la ruptura de la federación nacionalista. Quieren romper con Unió.

Y es que el proceso soberanista lo ha dejado todo muy tocado: Convergència, erosionada; Unió, rota; el PSC, diezmado y refugiado en el área metropolitana; y en Barcelona un gobierno de izquierdas, que ha integrado a activistas antisistema. ¿Aquí quería llegar Artur Mas?

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