El extraño caso de los nueve alcaldes colombianos que se pasean por Barcelona

El gobernador y nueve alcaldes del departamento cafetero de Quindío visitan durante una semana el Área Metropolitana de Barcelona, pero también los mejores restaurantes y museos de la ciudad

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Barcelona atrae millones de turistas cada año, entre los cuales se encuentran políticos de todo el mundo. Precisamente, la visita de una delegación de Quindío, integrada por el gobernador y nueve alcaldes de este departamento andino colombiano, está levantado una enorme polémica política y mediática en su país sobre los motivos y coste del viaje.

Desde el sábado pasado, durante toda una semana, el gobernador de Quindío, Carlos Eduardo Osorio, y nueve de los 12 alcaldes de la comarca visitan las depuradoras, ecoparques y sistemas de transporte del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), pero también los atractivos turísticos de la ciudad.

«Un derrochón en Barcelona»

En un artículo de opinión en el diario El Tiempo, el principal rotativo colombiano, Pancho Rentería escribe que el lunes pasado, el mismo día en que la delegación quindiana vistió diversas plantas de tratamiento de aguas, la comitiva almorzó en el restaurante Amaya de las Ramblas –donde acabaron cantando el bambuco ‘Mi alegría por ser quindiano’, según el articulista– y también fueron al museo Picasso. El artículo se titula «un derrochón en Barcelona».

Un portavoz del AMB confirma que la delegación quindiana se ha entrevistado con el gerente de la entidad, Ramón Torra, y ha inspeccionado diversas infraestructuras de transporte, tratamiento de aguas y gestión de residuos.

En declaraciones a medios colombianos, Osorio subraya que «no vamos de paseo, ni de turismo, ni vamos a gastarnos dineros públicos, que los mezquinos lo tengan muy claro, no se gasta un peso sin que sea necesario: nos interesa ver el desarrollo del Área Metropolitana de Barcelona» con el propósito de aplicar una estructura similar en el Quindío, un departamento de cerca de 600.000 habitantes conocido por su producción cafetera.

Quindío se fija en Barcelona

Los rivales políticos de Osorio ponen en duda los motivos del viaje y su coste económico. En algunos medios se refieren al turismo «administrativo» o «político» que hacen sus dirigentes a ciudades europeas como Barcelona. Desde la Gobernación de Quindío se informa de que los gastos de Osorio y de dos técnicos corren a cargo a esta institución pública, mientras que los de los alcaldes son sufragados por una empresa privada quindiana que no identifican.

Carlos Eduardo Osorio, sacerdote desde hace 25 años, ganó contra pronóstico en octubre pasado las elecciones para gobernador de Quindío con apoyos de los partidos conservador y liberal. Enfrentado a su arzobispo por dedicarse a la política, ha sido agregado cultural en la embajada de Londres y gestionó organismos estatales de beneficencia con el presidente conservador Carlos Pastrana.

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