El marido de la enferma de ébola difunde una carta y un video para evitar que sacrifiquen a su perro

Javier Limón ha enviado una misiva a la Asociación Protectora Villa Pepa y ha intervenido en un programa de radio para denunciar el caso

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Javier Limón, el marido de Teresa Romero, la primera mujer infectada por ébola fuera de continente africano, ha difundido una carta y un video en la que denuncia que la Comunidad de Madrid le ha pedido su consentimiento para sacrificar al perro que tienen en común.

La misiva, que ha hecho llegar a la Asociación Protectora Villa Pepa, explica que ante su negativa a sacrificar la mascota las autoridades sanitarias le han comunicado que pedirán una orden judicial para entrar a la fuerza en su casa. El marido de la enfermera también ha explicado el caso en el programa de El Público de Canal Sur Radio.

El esposo de Limón ha revolucionado las redes sociales con su historia, una exposición pública que contrasta con la actitud de su mujer, quien ha pedido que no se difunda información de su estado de salud.

Ésta es la carta de Limón que se ha publicado en la cuenta de Facebook de la asociación junto a varias fotografías del perro:

«Hola, me llamo Javier Limon, soy el marido de Teresa Romero, la auxililiar contagiada de ébola por tratar de forma voluntaria a los dos pacientes contagiados que fueron repatriados a España.

Quiero denunciar publicamente que un tal Zarco, creo que es jefe de sanidad de la Comunidad de Madrid, me ha dicho que tienen que sacrificar a mi perro así, sin más. Me pide mi consentimiento, a lo cual me he negado rotundamente. Dice que entonces pedirán una orden judicial para entrar por la fuerza en mi casa y sacrificarle.

Yo antes de venir al hospital le dejé varios cubos de agua, la bañera tambien con agua y un saco de pienso de 15 kilos para que tuviera comida y agua. Tambien le dejé la terraza abierta para que haga sus necesidades.

Me parece injusto que por un error de ellos quieran solucionar esto por la vía rápida. Un perro no tiene porqué contagiar nada a una persona y al revés tampoco.

Si tanto les preocupa este problema creo que se pueden buscar otro tipo de soluciones alternativas, como por ejemplo poner al perro en cuarentena y observación como se ha hecho conmigo. O acaso hay que sacrificarme a mi por si acaso.
Pero claro, un perro es más fácil, no importa tanto».

Economía Digital

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