Habla un empresario del 3%: así funcionaba la trama de CDC

El empresario Jordi Soler revela que pagaba comisiones ilegales a Convergència para obtener contratos públicos en la trama del 3%

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Nuevos indicios de corrupción afectan directamente a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido de Artur Mas y Carles Puigdemont reconvertido en el Pdecat. Un empresario relacionado con la trama del 3% ha hablado y ha revelado cómo habría pagado mordidas a la formación a cambio de contratos de obra pública.

El empresario Jordi Soler, propietario de la constructora Grupo Soler, donó más de 600.000 euros a fundaciones ligadas al partido nacionalista. El 22 de junio, en la comparecencia como investigado en la Audiencia Nacional ante el juez que instruye el caso 3%, reveló el modus operandi de la presunta trama corrupta.

En la declaración, Soler explicó que sospechaba que CDC tenía una lista de empresas adjudicatarias de obra pública «en la Catalunya interior», y sin estar en ella era imposible ganar concursos públicos. «Nosotros, por ejemplo, no ganábamos obras que teníamos que ganar por un motivo objetivo y técnico porque existía esa lista. Técnicamente hacíamos muy buenas ofertas pero no ganábamos», relató en una declaración publicada este martes por El Mundo.

Según el empresario, para formar parte de la lista era necesario colaborar con las fundaciones ligadas a CDC. A preguntas del fiscal, señaló que antes de empezar a ser donante de estas entidades, la ratio de adjudicaciones de los 600 concursos a los que se presentó su constructora rondaba el 4% o el 5%. «Antes no te caían concursos, por medio punto los perdías; luego sí, los ganabas», confesó. En el acercamiento al partido que fundó Jordi Pujol, el empresario se reunió con Germà Gordó, que fue mano derecha del último líder de CDC, Artur Mas, y con los tesoreros del partido nacionalista.

El empresario pagó el 3% a CDC tras recibir un contrato público

El empresario evitó relacionar directamente ninguna de las donaciones con alguno de los contratos públicos ganados por su empresa y lo vinculó a una «casualidad». Preguntado por la razón por la cual en una ocasión pagó 34.000 euros a una fundación ligada a CDC, una cuantía equivalente al 3% del importe del contrato que habían recibido antes de la donación más 90 euros, Soler también lo atribuyó a una mera casualidad.

Para evitar ser descubierto, Soler actuó con discreción. «Mire, en este caso yo hice lo que me aconsejó mi abuelo. Él decía que en la Guerra Civil, cuando matabas un pollo había que esconder las plumas para que el vecino no supiera que habías matado un pollo. Por eso, sobre este asunto, discreción absoluta. No lo propagaba», explicó el empresario según la transcripción de El Mundo.

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