ERC y JpC avanzan en el gran reparto de sillas tras el 26-M

Los dos socios independentistas de la Generalitat negocian un pacto de no agresión que pasa por frenar los posibles acuerdos con el PSC

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Los dos socios del gobierno de la Generalitat, ERC y Junts per Catalunya, negocian un pacto de no agresión para controlar los principales ayuntamientos y las cuatro diputaciones catalanas. Este pacto frenaría los posibles acuerdos con el PSC que situaran a los republicanos o a JpC en la oposición.

Las dos principales formaciones independentistas catalanas avanzan en las negociaciones para repartirse los puestos de mando después de las elecciones del 26 de mayo. En estas conversaciones se habla de no quitarse alcaldías a través de pactos con otras formaciones, especialmente con los socialistas de Miquel Iceta.

De cerrarse el acuerdo, Junts per Catalunya mantendría alcaldías emblemáticas como las de Girona, Sant Cugat del Vallès, Reus o Tortosa, donde los republicanos tienen ofertas de otros grupos para arrebatárselas.

En compensación, los republicanos de Oriol Junqueras tendrían el apoyo de los concejales de Carles Puigdemont para quitar al PSC la alcaldía en dos capitales de provincia, Lleida y Tarragona. Pese a que los socialistas siguen como primera fuerza, han quedado a merced de los posibles acuerdos entre independentistas.

Reparto de diputaciones

Las negociaciones se extienden al gobierno de las cuatro diputaciones provinciales. Estas administraciones manejan un presupuesto anual superior a los 1.400 millones de euros. Si cierran el acuerdo, ERC tendría la presidencia de las corporaciones de Barcelona, Lleida y Tarragona, mientras que JpC conservaría únicamente la de Girona.

Un ejemplo es la Diputación de Tarragona que hasta ahora ha presidido Josep Poblet (JpC) gracias a un pacto con el PSC. Pese a que los socialistas le ofrecieron mantenerse en el cargo, JpC les está dando largas. El pacto entre ERC y JpC daría a los republicanos la alcaldía en la ciudad de Tarragona –que ahora ocupa el socialista Josep Fèlix Ballesteros– y, a cambio, apuntalarían a JpC en esta diputación.

Estos acuerdos solo afectan a las diputaciones y a los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes. Sin embargo, el sector moderado de JpC no ve con buenos ojos dar un portazo al PSC. Temen que este desaire pueda pasarles factura en un futuro.

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