Esquerra mueve pieza para culminar su opa a Ada Colau

Tras realizar dos fichajes en territorio Colau, los de Junqueras buscan votantes de los comunes con un giro de discurso basado en combatir a la ultraderecha

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“Tenemos enfrente el mismo fascismo que hace 80 años ya causó un inmenso dolor”. “Tenemos la obligación de ser diques de contención, murallas antifascistas”. “Hacemos un llamamiento a todos aquellos demócratas que compartan los valores de la justicia social y el antifascismo. Da igual la bandera que tengan”.

Estas declaraciones podrían corresponder a cualquier líder de Podemos o los comunes. Pero el personaje en cuestión es Gabriel Rufián quien las pronunció este lunes, aprovechando la presentación en sociedad del último fichaje de ERC para la candidatura al Congreso: el aún coordinador general de EUiA Joan Josep Nuet, que, en esa comparecencia conjunta, es quien se reservó los mensajes en clave soberanista.

La lectura es clara: la opa a Catalunya en Comú de cara al empacho electoral que se avecina no se limita a arrastrar a algunas de sus caras visibles a las filas de ERC, sino que también incluye un asalto al argumentario. En Esquerra dan por hecho que es por el flanco fronterizo con los comunes por donde pueden aspirar a ese «ensanchamiento de la base». Ésa es la estrategia fijada tras el colapso de la apuesta unilateral y Oriol Junqueras siempre ha insistido, además, en que a él y a su formación el independentismo ya se les supone.

Las fronteras de Esquerra

Así que, a las puertas de las generales y con todas las encuestas dándoles como claros ganadores en el pulso que mantienen con el espacio neoconvergente por la hegemonía del soberanismo, no es extraño que opten por incidir en el eje social y destinar buena parte de sus altavoces a airear un discurso que atraiga a un votante de izquierdas no necesariamente independentista.

Otra  cosa es cómo pueda afectar eso, pasadas las elecciones, a una futura política de pactos con los comunes, que se han tomado muy mal el fichaje por ERC de Nuet y de Elisenda Alamany, antigua portavoz de Catalunya en Comú Podem (CECP) en el Parlament, que concurrirá como segunda de Ernest Maragall en la candidatura republicana al Ayuntamiento de Barcelona.

Pero ese es un escenario que ahora mismo aún queda lejos a nivel catalán, porque las elecciones al Parlament son las únicas que aún no están a la vista, y que en el Ayuntamiento de Barcelona quedará al albur de los que dicte la aritmética en el pleno tras los comicios del 26 de mayo, que promete ser diabólica.

Nuet y Alamany, progresivamente distanciados de la cúpula de los comunes y de Ada Colau, formaron el pasado octubre Sobiranistes, una corriente filoindependentista en el seno de Catalunya en Comú que después convirtieron en partido y que ahora deja la confluencia de izquierdas y se alía con ERC. Ya entonces, ambos acusaron a Colau y los suyos de haberse desviado de los principios fundacionales del espacio de los comunes. Y este lunes, Nuet insistió en la idea. Si él se va, argumentó, es precisamente para no traicionar esos valores. La opa, está claro, es también al argumentario.

Incendio entre los comunes

Más allá gesticulaciones y reproches verbales, los comunes, que acusan a ERC de «fomentar el transfuguismo», han tratado de contrarrestar el movimiento, que se veía venir, colocando como candidatos al Congreso a Jaume Asens y Gerardo Pisarello, que no solo son dos de los pesos pesados del gobierno municipal de Colau en Barcelona, sino también dos de los nombres que desde su espacio más se han significado en favor de las tesis independentistas, tanto por lo que respecta a la reivindicación del derecho de autodeterminación como al llamado “eje antirepresivo”.

Pero si Esquerra puede enfatizar de pronto mensajes en clave de izquierda clásica sin que eso le provoque ningún incendio, no es ese el caso de los de Colau cuando lanzan guiños al votante soberanista. Ahí está, sin ir más lejos, la renuncia del senador de En Comú Podem Óscar Guardingo a formar parte de la lista encabezada por Asens.

Guardingo, tras saber que sería el número 11 de la lista por Barcelona, sin opciones por tanto de ser escogido diputado, dio el portazo el domingo vía Twitter, donde colgó un comunicado en el que vinculaba su decisión al “perfil independentista” que a su juicio tienen la candidatura y su cabeza de lista, un extremo  que tanto Podem como Catalunya en Comú negaron con vehemencia este mismo lunes.

Menos significativo, pero igualmente revelador de los cortocircuitos que las maniobras de Esquerra están provocando en el espacio de los comunes es la situación generada en el seno de EUiA y, dentro de esta formación, de Comunistes de Catalunya, partido del que Nuet es secretario general.

Comunistes anunció hace una semana que avalaba la coalición entre Sobiranistes y ERC y a la vez añadía que apoyaría la propuesta de resolución que saliera del Consell Nacional extraordinario de EUiA que tenía que celebrarse el 13 de marzo. Y lo que se acabó aprobando en ese encuentro fue reeditar la coalición con el resto de integrantes de Catalunya en Comú de cara a las generales. Es decir, que Comunistes está a favor a la vez de pactar con ERC y con los comunes, aunque, en términos electorales, ambas cosas sean incompatibles.

Nuet no ha contribuido a aclarar ese embrollo. Este lunes, si bien aclaró que junto con su escaño en el Parlament renunciaba a su cargo en la dirección de Catalunya en Comú, respecto a EUiA se limitó a apuntar que hará llegar a la formación una propuesta de calendario para abordar la situación y su continuidad al frente de la formación.

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