ERC vuelve a ganar en Cataluña pero pierde fuelle

Esquerra consigue 13 diputados, dos menos que en abril, y el independentismo gana un escaño, incluidos los dos con los que la CUP irrumpe en las Cortes

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ERC ha vuelto a ganar las elecciones generales en Cataluña, como hizo en abril por primera vez, con un  22,6% de los votos emitidos, que le han supuesto conseguir 13 escaños, uno más que el PSC, que repite resultado y vuelve a obtener 12 y quedarse como segunda fuerza, como ya sucedió hace seis meses.

La diferencia respecto de su victoria del 28-A es para los de Oriol Junqueras que la de ahora es a la baja, aunque el desplome de Cs en toda España les sitúa como quinta fuerza del Congreso. Esquerra pierde dos diputados, los mismos que consigue la CUP en su primera participación, y ve como Junts per Catalunya (JxCat), que ha ganado uno y se queda con ocho, les recorta distancias,

El 28-A, JxCat, ERC y Front Republicà, que ahora no ha repetido, alcanzaron conjuntamente1.635.000 votos. Este 10-N, los dos primeros partidos y la CUP han sumado 7.000 más. Y eso, con la participación cayendo 2,4 puntos en Cataluña y quedándose en el 72,2%, lo que se traduce en que el independentismo, aunque sigue sin alcanzar el 50% de votantes, crece hasta el 42,6% de los sufragios, 3,2 puntos más que en abril.

En ese contexto en que el voto separatista se mantiene estable, los republicanos son la única formación de ese bloque que pierde votos, más de 150.000, pese a la proximidad de la sentencia del juicio del procés. Y eso pese a que la peor parte de la misma se la llevó su líder, condenado a 13 años de cárcel.

La CUP consiguió este domingo 245.000 votos, más del doble de los que obtuvo en su día Front Republicà y poco menos de la mitad que JxCat, que obtuvo 26.000 más que hace seis meses, cuando le votaron medio millón de catalanes.

Por más que el resultado a la baja de ERC entra dentro de lo previsto por su dirección, que contaba con que ellos serían los principales damnificados por la irrupción de los cuperos, no son buenas noticias para los de Junqueras, menos de cara a esas eventuales elecciones anticipadas en Cataluña que hace tiempo que los republicanos quieren precipitar.

Un escaño independentista más en el Congreso

Sea como fuere, el conjunto del independentismo gana un diputado respecto de los obtenidos el 28-A: ahora, de los 48 que se dirimen en Cataluña, consigue 23, contando los dos de los cuperos, ambos obtenidos en Barcelona.

Otra cosa es si les servirán de algo en un Congreso en que la única combinación que parece factible es la de PSOE y PP. Solo si Pedro Sánchez optara por explorar un acuerdo modo Frankenstein, ERC y JxCat (la CUP ya ha dicho que con ellos no cuenten) podrían llegar a tener opción de influir, pero la alineación de partidos que propició el éxito de la moción de censura a Mariano Rajoy, y pese a que esas misma fuerzas volverían a sumar, se antoja ahora poco menos que inverosimil, visto el devenir de los últimos meses y con una crisis en el horizonte para la que lo que reclama Europa es estabilidad.

Los comunes mantienen sus siete diputados (pierden uno en Barcelona, pero a cambio consiguen representación en Girona, donde no rascaron nada en abril) y se quedan como cuarta fuerza.

Por detrás, el bloque de la derecha no independentista pierde un diputado y se reconfigura, con dos escaños para PP, dos para Vox y dos para Cs. Si en abril el partido naranja obtuvo cinco escaños y el PP y Vox, uno cada uno, ahora Cs pierde tres, el que tenía en Tarragona y dos de los cuatro que tenía en Barcelona: uno de esos va para los populares, y el  otro, para los de Santiago Abascal.

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