Inma Cuesta denuncia el exagerado uso del Photoshop sobre su imagen en 'El Periódico'

La actiz Inma Cuesta no ha querido quedarse callada ante la manipulación que han hecho de su cuerpo en la revista ‘Dominical’ de El Periódico de Catalunya. A través de su cuenta de Instagram, Cuesta ha asegurado sentirse avergonzada e «indignada» por el exagerado retoque de Photoshop aplicado a su imagen en la portada de dicha revista. Para demostrarlo, la artista ha mostrado el antes y el después de la fotografía, donde se observa una brusca reducción de su cadera, la estilización de brazos y figura y un gran cambio en el color de su piel.

Verte y no reconocerte, descubrir que tu imagen está en manos de personas que tienen un sentido de la belleza absolutamente irreal. Imagino que era necesario resaltar el azul cobalto del vestido, quitar algunos pliegues del mismo y subir los niveles de luz para hacer brillar más mi piel, pero no entiendo la necesidad de retocar mi cuerpo hasta dejarme casi en la mitad de lo que soy, alisar mi piel y alargar mi cuello hasta convertirme casi en una muñeca sin expresión. No es la primera vez que pasa, pero esto sobrepasa los límites de la realidad y me avergüenza. La foto de la derecha fue sacada con mi móvil directamente del ordenador en la sesión de fotos, yo al completo, sin trampa ni cartón, Inma entera, la de al lado es una invención, es eso que se supone que debería ser… los «cánones» de belleza que «deberíamos» seguir, no me acompleja, no lo entiendo como una señal de lo que lo debería ser, sencillamente me indigna como mujer y me hace reflexionar muy seriamente hacía dónde vamos y reivindicar con fuerza la necesidad de decidir y defender lo que somos, lo que queremos ser independientemente de modas, estereotipos o cánones de belleza.

Una foto publicada por Inma Cuesta (@inmakum) el 10 de Oct de 2015 a la(s) 11:25 PDT

Cuesta, que ha asegurado «que no es la primera vez que pasa», pero que en esta ocasión se han «sobrepasado los límites de la realidad» invita en su mensaje a reflexionar sobre los cánones de belleza que la sociedad impone. Igualmente, asegura no sentirse en absoluto «acomplejada», sino que esta experiencia le «indigna como mujer» y le hace «reivindicar con fuerza la necesidad de decidir y defender lo que somos, lo que que queremos ser indpendientemente de modas, estereotipos o cánones de belleza», concluye.