Así son los fiscales que escapan de Sánchez y acorralan a Trapero

Los fiscales Miguel Ángel Carballo y Pedro Rubira mantienen “por ahora” la acusación de rebelión contra el exjefe de los Mossos d’Esquadra

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El exjefe de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero se enfrenta desde este lunes a dos duros de la Fiscalía de la Audiencia Nacional: Miguel Ángel Carballo y Pedro Rubira que, por el momento, mantienen la acusación de rebelión y la pena de 11 años de cárcel por su actuación las semanas previas y durante el referéndum de independencia de Cataluña del 1 de octubre de 2017.

El perfil conservador de los fiscales contrasta con la línea tomada por el nuevo gobierno de Pedro Sánchez, más amable con el independentismo. Lo cierto es que los nombres estaban decididos de antemano y ni el Ejecutivo ni la nueva fiscal general del Estado, Dolores Delgado, han podido interferir en la designación de los mismos.

Carballo ejerce de portavoz de la Fiscalía de la Audiencia Nacional desde que, en 2017, sustituyó en este cargo de la propia Delgado, que un año después sería nombrada ministra de Justicia y, recientemente, fiscal general del Estado. Carballo está adscrito a la conservadora Asociación de Fiscales.

Entre las formaciones independentistas que apoyan al actual gobierno de la Generalitat recalcan que Carballo es un “duro” que se emplea con contundencia en los procesos de contenido político. Es el fiscal del caso Alsasua, de la activista independentista Tamara Carrasco, de los siete miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) detenidos en septiembre a los que se acusó de terrorismo y también se encarga de la investigación de la plataforma Tsunami Democràtic.

Pedro Rubira es un veterano de la Audiencia Nacional. En la década de los noventa formó parte de los “indomables”, como se llamó a los fiscales que se subordinaron a su jefe, José Aranda, que posteriormente fue relevado por falta de autoridad.

Aranda se opuso a la excarcelación del exgeneral de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, condenado a 71 años de prisión por secuestro y asesinato en el caso de los GAL.

A Rubira se le abrieron en el pasado diversos expedientes. En 2011, incluso se le sancionó por una supuesta desconsideración hacia sus escoltas.

Dudas sobre los jueces catalanes

Más recientemente, Rubira dudó de la “imparcialidad y serenidad” de los jueces catalanes cuando se planteó la posibilidad de que Trapero fuera juzgado en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Insistió en que este caso debía seguir en la Audiencia Nacional.

Las palabras del fiscal provocaron indignación en el TSJC. La Fiscalía se vio obligada a intervenir para quitar hierro a la polémica. En un comunicado, el ministerio fiscal apuntó que “en ningún caso se duda de la profesionalidad de los magistrados que ejercen sus funciones en Cataluña. Rubira matizó entonces que se refería al ambiente de “crispación” que se respiraba en Cataluña.

Las defensas de los acusados –Josep Lluís Trapero, la comisaria Teresa Laplana y los ex altos cargos de la Consejería de Interior César Puig y Pere Soler– tomaron nota de los pronunciamientos anteriores de los fiscales.

En el inicio del juicio este lunes, cuando se abordaron las cuestiones preliminares, el fiscal Carballo precisó que, «por a ahora”, mantienen la acusación de rebelión contra los acusados. Sin embargo, a tenor de sus palabras, no cierran la puerta a acusarles solo de sedición. Así evitarán contradecir la sentencia del Tribunal Supremo sobre el juicio del procés. Han evitado rectificar su acusación al inicio del juicio.

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