La ‘vendetta’ de Pujol Jr contra Sánchez Camacho

El hijo del ex president apunta al PP cuando deja en manos del parlamento catalán la supuesta grabación "íntegra" de La Camarga

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«Y aquí les dejo la copia de la grabación íntegra de La Camarga«. Con esta lapidaria e enigmática frase concluyó su comparecencia, en la comisión parlamentaria que investiga la corrupción en Cataluña, el primogénito de quien fuera presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Eso ocurría a última hora de la noche del pasado 23 de febrero.

Grabación «integra». ¿Integra? Probablemente esa sea la palabra clave que justifica o hace comprensible el extraordinario grado de desasosiego que se vive, en estos momentos, en el Partido Popular catalán. Su líder, Alicia Sánchez Camacho, estaría notando estos días la zozobra y la ansiedad de quien, transcurridos unos años desde aquella conversación a dos voces, no recuerda (o no quiere recordar) el detalle de lo que allí se dijo, espacialmente, lo que ella llegó a decir. Angustia, dicen en su círculo.

Dueño de sus palabras, esclavo de sus pensamientos

Como señala la sabiduría popular, más que nunca, en estos tiempos los políticos acaban siendo esclavos de sus palabras y menos dueños de sus pensamientos. Camacho es prisionera de sus palabras, porque sus pensamientos los tiene muy presentes. Sabe lo que sabe, pero no sabe sí lo dijo (y en caso afirmativo, sí fue grabado).

La dirigente de PP catalán habló a calzón quitado, sin tapujos, a tenor de la complicidad y sintonía que caracteriza ese clima etéreo, pero envolvente, que se crea alrededor de dos mujeres de similar edad, de idéntica ideología, con similares valores y comunes  objetivos. Lo relatan con desasosiego algunos compañeros de su formación política.

Hablaron sin tapujos

Lo hizo sin tapujos, sin darse cuenta de que el líder de un partido político con representación parlamentaria siempre tiene las de perder si pica en el anzuelo y cae por accidente en manos de los traficantes de información.

Victoria Álvarez se ha prodigado en los medios de comunicación. Y le ha sacado un cierto rendimiento económico al asunto.

En la mayoría de sus comparecencias televisivas, la ex novia de Pujol ha insinuado que la grabación del restaurante La Camarga adolece de varios fragmentes delicados y muy sensibles en los que aparecen personalidades importantes y de renombre del gobierno. Se les cita sin tapujos y desmaquillados.

Álvarez y su buena memoria

Álvarez no es esclava de sus palabras y sí sabe y si recuerda lo qué allí se dijo.

Los supuestos fragmentos eliminados quizá aparezcan ahora en esa grabación que, acompañada de una sonrisa venenosa y vengativa, Pujol Ferrusola entregó al presidente de la comisión en un gesto de medido ataque contra aquellos que se están cebando con su familia y con él mismo: el Partido Popular y su red de agitación y propaganda.

Es evidente que el primogénito de Pujol no está en disposición de tomar el pelo a nadie. Su perdón, ya no dispone de crédito.

Bomba a punto de explotar

Es razonable pensar, en esta línea, que la bomba que dejó el pasado 23 de febrero, en manos de David Fernández y de Nuria de Gispert, contenga más pólvora de la conocida hasta la fecha, de la que se ha escuchado en la grabación que circula aún por internet. Esa bomba, si Álvarez no ha mentido, tiene potencia suficiente para hacer volar por los aires a la cuestionada Sánchez Camacho y, con ella, las expectativas de su partido en Cataluña en un momento extraordinariamente delicado y donde cada error o cada trapo sucio se pagará con sangre política.

Conductas políticas reprobables

Las desavenencias matrimoniales, determinadas conductas sexuales no mayoritarias, ciertos desplantes y algunas relaciones financieras peligrosas, forman parte de la esfera de lo privado. Dejan de serlo sí esa es la música que se acaba interceptando en una grabación, no mutilada, entre dos mujeres heridas y resabiadas, cuando una de ellas es la aspirante a gobernar la comunidad.

La vendetta del primogénito no va dirigida a su ex. Eso ya lo ha amortizado.

Economía Digital

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