Los empresarios de Madrid se muestran indiferentes con Mas
Prefieren una España con Catalunya pero quieren evitar un choque de trenes
Madrid ve el abrazo de Artur Mas al soberanismo catalán con la seriedad que requiere un asunto de esta envergadura. Los empresarios de la capital de España han vivido con cierta preocupación los últimos 100 días por la deriva independentista del Govern, sobre todo durante el proceso electoral del 25N.
La visita de Mas a Rajoy se vio como un acercamiento de posturas, pero el cambio radical que adoptó el President durante la campaña provocó que se tomara todo más en serio. Incluso más de lo que se esperaba. Sin duda, el desayuno informativo de Mas en Madrid durante esa visita fue uno de los más seguidos, aunque la alta clase empresarial decidió no presentarse en el hotel Ritz.
Sorpresa
Sorpresa. Esa es la palabra que más se ha oído en los círculos empresariales madrileños por la deriva independentista. Descolocó a más de uno y de dos.
“Chocó mucho que Catalunya quiera independizarse. El afloramiento de este sentimiento no se entendía, ¿por qué de repente?”, explica Joaquín Trigo, director general del Instituto de Estudios Económicos.
Respeto
Incluso el presidente de CEOE, Joan Rosell, no se atrevió a decir esta boca es mía hasta después de la reunión entre los presidentes. “Sería un tremendo problema para la economía”, aseguró. Además, calificó el sentimiento independentista como un problema que “no se tiene que obviar pero que hay que resolverlo de una vez por todas”. Pocas palabras más sobre el asunto.
El más claro de todos fue el presidente de los empresarios madrileños, Arturo Fernández, que consideró “una súper barbaridad” el proyecto soberanista de Mas.
Problema menor
Pero de la sorpresa se ha pasado a la indeferencia. En los cenáculos madrileños ya no se habla de Artur Mas y de la ola independentista. Es un problema menor. Piensan más por la supervivencia de su negocio que en lo que sucede en Catalunya o cualquier otra comunidad autónoma.
Los empresarios madrileños no quieren que Catalunya se independice. Creen que es malo para todos, pero sobre todo para la sociedad catalana. “Pero si se quieren ir que se vayan, que hagan lo que quieran, es su decisión”, es la frase preferida de los empresarios madrileños.
Pacto fiscal
Otra cosa es lo que piensan sobre el pacto fiscal que demanda Artur Mas. Ahí, tanto la clase empresarial como la política madrileñas no toleran que digan “que desde Madrid nos roban”. “Es una estrategia que desde el punto de vista soberanista es muy válida, pero va en contra de ellos mismos”, asegura Trigo.
Catalunya es la tercera región más solidaria de España. En Madrid piensan que es exagerada la insistencia en que pagan más y reciben menos que nadie. Por ejemplo, Madrid supera en estas partidas a Catalunya y “no nos quejamos tanto”, dijo Fernández. Incluso los empresarios abogan por un pacto fiscal, pero para todos, no sólo para los catalanes.
Punto de encuentro
Es ahí donde Artur Mas y el Presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, tienen un punto de encuentro. A decir verdad, en alguno más, como el euro por receta. Pero ya trabajan juntos en obtener algún cambio sustancioso en el sistema de financiación.
El objetivo de ambos es «mejorar las condiciones de financiación» por entender que «no es razonable» que las comunidades que más pagan reciban una partida por debajo de la media por habitante del resto de regiones, dijo González tras reunirse en la Generalitat con Mas.
Eso sí, el President dejó claro que la mejora del modelo de financiación no tiene nada que ver con la petición de un régimen fiscal especial, ni con un referéndum independentista. En Madrid, se mezcla todo. Se ve, no solo ahora sino desde hace años, a Catalunya como un gobierno que siempre quiere más y casi siempre lo consigue.