Los presos del procés asumen que volverán a la «prisión-prisión»

La anulación de la semilibertad a Carme Forcadell en virtud del artículo 100.2 del reglamento penitenciario deja en la cuerda floja el tercer grado

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El Tribunal Supremo ha tumbado este jueves la semilibertad que la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, consiguió para salir a hacer voluntariado en virtud del artículo 100.2 del reglamento penitenciaro al considerar una «falta de justificación y desconexión con la reinserción». Tras el fallo, los presos del procés han asumido que su paso por la calle será breve y volverán a la «prisión-prisión». 

Aunque la decisión no afecta de momento a Forcadell, puesto que la Generalitat les ha concedido a los reos por sedición el tercer grado penitenciaro, sí que ha tumbado esa semilibertad previa que permitió a la expresidenta de la Cámara catalana salir a la calle para hacer labores de voluntiariado. Si el Tribunal Supremo revocara también su situación actual, volvería a prisión en condiciones estrictas. 

Aireadas reacciones

Los presos del procés han asumido que las maniobras de la consellería de Justicia para sacarlos a la calle antes de tiempo no van a poder evitar que vuelvan a cumplir la condena de forma estricta.

Así se ha pronunciado el exconseller de Territori condenado por sedición, Josep Rull: «A efectos prácticos, quiere decir que en un periodo muy breve de tiempo nos revertirán el tercer grado y nos impedirán salir a trabajar en virtud del 100.2».

«Volveremos a la prisión-prisión. Castigo y venganza. El único idioma que conoce el Tribunal Supremo. Y, asimismo, no nos arrodillaremos. Nunca», ha concluido Rull. En una línea similar se ha pronunciado su compañero de partido y exconseller de Presidencia, Jordi Turull: «Son más fuertes las convicciones y el compromiso que sus injusticias vestidas de escarmiento y venganza. Y cada día más». 

La propia afectada también ha remarcado la idea de venganza. Así se ha expresado por twitter Carme Forcadell: «La competencia sobre el 100.2 es de la Audiencia Provincial, pero el Supremo lo asume para podérmelo revocar. No me sorprende, de este Tribunal no espero justicia, sé que es venganza». 

Su compañero de partido, el exconseller de Exteriores Raül Romeva, también ha acusado al Tribunal de «recrearse tantas veces como haga falta». «Hoy se carga el 100.2 de Carme. Los hay que ya hablaban de libertad cuando todavía estamos en plena venganza». 

Situación comprometida

Los presos del procés accedieron a la semilibertad gracias al voto favorable de las tres juntas de tratamiento penitenciaro de las cárceles de Puig de les Basses, Wad-Ras y Lledoners. Fue entonces cuando la consellería de Justicia, liderada por Ester Capella (ERC), la que dio luz verde a que los condeados del procés por sedición obtuvieran la semilibertad. 

Esta revocación del 100.2 a Carme Forcadell deja a los presos del procés sin una vía alternativa en caso de serles revocada la semilibertad en el Tribunal Supremo. Ello, les obligaría a volver al régimen cerrado en el que estaban hace unos meses, pese a que Jordi Sánchez o Jordi Cuixart ya han tenido oportunidad de salir de la prisión gracias a los permisos penitenciarios. 

En paralelo, los indultos planean sobre algunos presos del procés. Es el caso de la exconsellera de Bienestar Social y militante de la UGT, Dolors Bassa, tras la petición formal de su sindicato apoyada por los cuatro acaldes de provincia de Cataluña y varias personalidades del mundo de la política, el sindicalismo y la cultura. 

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