Los presupuestos catalanes están más empantanados que antes

Oriol Junqueras se las ve y se las desea para que los convergentes y la CUP se pongan de acuerdo en propuestas fiscales

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Los presupuestos de la Generalitat para el próximo año siguen en el alero. Las tres partes de la negociación –ERC, la antigua Convergència y la CUP– no consiguen ponerse de acuerdo. Fuentes de la renegociación confirman que, en estos momentos, «todo está abierto».  

El vicepresidente económico, el republicano Oriol Junqueras, confiaba aprobar el anteproyecto de presupuestos en el consejo ejecutivo de la Generalitat del próximo martes para enviarlo al parlamento catalán. No obstante, todavía no se han cerrado las negociaciones y, probablemente, se prolongarán durante dos semanas más. «Hay días en los que parece que el acuerdo es inminente y otros en que todo está a punto de irse al traste», señalan las fuentes consultadas.  

El escollo está en las propuestas fiscales

Las discrepancias entre los tres partidos se centran en las cuestiones impositivas. En estos momentos se discute gravar las «externalidades negativas», en referencia a las actividades productivas que ejercen un perjuicio económico o social. En este campo se incluye desde las bebidas azucaradas a las centrales nucleares. La CUP siempre ha exigido la incorporación de impuestos anulados por el Tribunal Constitucional como el que pretendía gravar a las nucleares.  

En contraposición, se debate premiar fiscalmente a  las «externalidades positivas», que son las que generan beneficios económicos o sociales en otros ámbitos.  

Las propuestas de los partidos en materia fiscal se someten a un análisis por parte de los técnicos de la Generalitat para determinar el volumen económico que supondrían las medidas. Se están negociando los presupuestos sin saber cuánto dinero tendrán.   

Junqueras intenta ejercer de mediador entre el PDECat y la CUP

En ésta negociación, Oriol Junqueras intenta ejercer de mediador entre las posiciones de los ex convergentes (el actual PDECat) y la CUP. En aspectos como el impuesto de sucesiones o el gravamen a rentas altas las posiciones entre ambos resultan irreconciliables.  

El pasado junio, Junqueras fue incapaz de conseguir el apoyo de la CUP para aprobar los presupuestos para éste 2016. Los anticapitalistas abortaron las cuentas de Junqueras al mantener la enmienda a la totalidad.  

Después de aquel fiasco, todo apuntaba a que la negociación sería más fácil, pero Junqueras se está encontrando con los mismos obstáculos. Cuando se sometió a la moción de confianza en septiembre pasado, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, advirtió a la CUP que debía elegir entre aprobar los presupuestos o la convocatoria de elecciones anticipadas.  

Los anticapitalistas exigen una partida para el referéndum de independencia

Desde la CUP también se ha planteado que los presupuestos incluyan una partida específica para el referéndum de independencia previsto para el próximo año. Si se incluye ésta partida, otros grupos del parlamento catalán reclamarán un dictamen del Consejo de Garantías Estatutarias, trámite que puede retardar la aprobación de las cuentas más de un mes. Además, podría provocar la intervención del Tribunal Constitucional.  

Fuentes de la negociación aseguran, no obstante, que si los partidos no llegan a un acuerdo sobre los presupuestos no será por incluir o no una partida para el referéndum.

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