Puigdemont da un tímido paso para tirar la toalla como diputado

Carles Puigdemont ignora las exigencias de ERC para abrir paso a un plan C y Junts per Catalunya sostiene a Jordi Sànchez como su candidato

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No hubo «milagro» en Bruselas, pero el Pdecat no descarta que se acabe produciendo. La reunión del grupo parlamentario de Junts per Catalunya (JpC) de este miércoles en Bruselas no sirvió para hallar ninguna salida al bloqueo político que atraviesa Cataluña. Pero, por primera vez, el Pdecat observó una tímida posibilidad de que Carles Puigdemont dé un paso atrás y renuncie a su acta de diputado para hacer operativa la mayoría soberanista en el Parlament. 

Puigdemont se resiste a quedarse en fuera de juego y a dejar su escaño, a pesar de que su huida a Bruselas le inhabilita para participar en todas las votaciones del Parlament y, por tanto, contribuye al bloqueo. «No podemos obligarle a renunciar a su acta», asumen en el Pdecat con resignación. La novedad es el expresidente de la Generalitat no descarta ahora renunciar a su asiento para salvar el resultado del 21-D. Sin embargo, se hará de rogar.

«No podemos obligarle a renunciar a su acta de diputado», asume el Pdecat

Por el momento, Puigdemont se niega a lanzar un plan C para reemplazar a Jordi Sànchez, cuya investidura como presidente de la Generalitat, al igul que la suya propia, es inviable. Pese a la evidencia, el portavoz adjunto de JpC, Eduard Pujol, insistió en que aún «hay tiempo» para investir a Sànchez.

La reunión de JpC se zanjó, en consecuencia, sin plantear ninguna alternativa formal a la situación actual. El grupo de Puigdemont ignoró así las peticiones de ERC, que reclama ya un tercer candidato, y de la CUP, que mantiene el veto a las propuestas actuales.

«No queremos elecciones»

Contra toda lógica, Junts per Catalunya optó por mantener en pie la candidatura de Sànchez a la presidencia, a pesar de que el Tribunal Supremo ya ha rechazado su excarcelamiento para acudir a la sesión de investidura en el Parlament. 

La reunión de JpC sirvió, eso sí, para conjurarse contra una repetición electoral. «No queremos elecciones», dijo Eduard Pujol, rotundo al señalar que la responsabilidad para salir del atolladero pasa por una «reflexión» por parte de la CUP.

Junts per Catalunya orilla sus problemas internos

Lo cierto es que las cosas cada vez pintan peor para JpC si ésta es su esperanza, ya que el diputado de la CUP Carles Riera no dudó en colocar en vía muerta el presunto plan C: Jordi Turull. Según advirtió Riera en Rac1, «un candidato muy vinculado al Pdecat no facilitaría las cosas».

En síntesis, JpC optó por abordar tangencialmente sus problemas en Bruselas, ya que tampoco quiso abordar el riesgo de ruptura que persiste en la coalición después de trascender la iniciativa de varios diputados independientes de JpC de crear su propia asociación política.

Este germen de escisión ya cuenta con un borrador de manifiesto y de estatutos. La irritación del Pdecat va en aumento, pero, de momento, seguirá evitando estallar en público a la espera de que el tímido paso de Puigdemont se transforme en un paso firme.

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