Puigdemont se da de baja del Pdecat y certifica la ruptura

Los consellers Budó, Calvet, Buch y Puigneró también rompen el carnet con duros reproches a las acciones judiciales impulsadas por David Bonvehí

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El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha comunicado al Pdecat su decisión de darse de baja como militante. El líder fugado ha tomado la decisión ante el fracaso de las negociaciones entre sus afines y la dirección presidida por David Bonvehí. Además, la cúpula del partido heredero de CDC había presentado una demanda contra JxCat por apropiarse de la marca electoral de forma unilateral.

«Acabo de comunicar a David Bonvehí, presidente del Pdecat, mi decisión de darme de baja del partido que preside. Continuaré trabajando, ahora como presidente de JxCat, para mantener una relación cordial entre las dos formaciones». 

Bonvehí no ha tardado en reaccionar al anuncio público de Puigdemont. «Mi máximo reconocimiento y respeto y el del Pdecat al Muy Honorable Presidente Carles Puigdemont, compañero y amigo. Seguiremos trabajando para, cada uno desde su visión, conseguir la independencia de Cataluña. Seguimos hablando», ha expresado también por la red social.

Consellers a la fuga

Varios consellers de Quim Torra que formaban parte del Partit Demòcrata también han comunicado su baja del partido con acusaciones muy duras contra Bonvehí. Los miembros del Govern que abandonan el Pdecat son el titular de Territori y Sostenibilitat, Damià Calvet; el de Polítiques Digitals i Administració Pública, Jordi Puigneró; la consellera de Presidencia y portavoz, Meritxell Budó; y el de Interior, Miquel Buch

«Visto que la dirección del Pdecat no sigue el mandato de las bases, ni las convoca para salir del lío actual y que, lejos de hacerlo, está impulsado la judicialización de las relaciones entre ambas organizaciones, nosotros optamos por coherencia y damos el paso para militar de forma exclusiva a JxCat», han explicado los cuatro consellers en un comunicado conjunto. 

Pese a la dureza de las palabras, han defendido en el texto que la renuncia se lleva a cabo sin «rencores» y «sin mirar atrás»: «JxCat es la herramienta idónea, en estos momentos, para hacer política a favor de la libertad, de la prosperidad, de la equidad, de la cohesión territorial, de la sostenibilidad, de la inmovación y de la digitalización». 

800 bajas reconocidas

Los intentos de las dos partes para encontrar un pacto de mínimos que evitara el temido cisma posconvergente han sido en vano. Los partidarios de Puigdemont querían que el Pdecat se disolviera y que hubiera un único partido, mientras que el ala de Bonvehí abogaba por convertir JxCat en una federación donde poder mantener su parcela de poder. 

La incapacidad para llegar a un acuerdo llevó a David Bonvehí a emprender acciones judiciales contra JxCat por haber usurpado la marca electoral Junts per Catalunya. El partido heredero de CDC se ha escudado en un documento donde ambas partes se comprometían a tomar las decisiones sobre el nombre de mutuo acuerdo. 

El Pdecat ha reconocido que como consecuencia de su estrategia judicial se han contabilizado 800 bajas, algo insólito en la historia de la formación. En los últimos días, los senadores de JxCat tramitaron su baja como militantes del Pdecat al conocerse la demanda de Bonvehí, al igual que hicieron los concejales del área metropolitana de Barcelona. 

Clima electoral

A estas bajas se han sumado también algunos diputados del Parlament y del Congreso. La exvicepresidenta del Pdecat, Míriam Nogueras, ha comunicado su intención de romper el carnet del Pdecat: «Por la independencia de Cataluña, la defensa de los derechos fundamentales, del progreso del país y de todos sus habitantes». También se han ido varios diputados en el Parlament, como Ferran Roquer o Imma Gallardo, entre otros. 

La ruptura entre ambos mundos se han producido en pleno clima preelectoral, ante unas inciertas elecciones que Torra mantiene en secreto esperando el momento más idóneo para JxCat –a las puertas de la inhabilitación del presidente catalán a manos del Tribunal Supremo– y la evolución de la Covid-19. Además, el Pdecat se presentaría en solitario, ante la incógnita sobre si conseguirá representación en la Cámara catalana. 

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