Puigdemont siembra el pánico a unas nuevas elecciones

Carles Puigdemont maneja a su antojo al escenario e impone sus tiempos a las direcciones del Pdecat y ERC, incapaces de domesticar al líder soberanista

Puigdemont y Artadi, durante una reunión en Berlín. Foto: EFE/OM

Puigdemont y Artadi, durante una reunión en Berlín. Foto: EFE/OM

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Carles Puigdemont se resiste a ser un cadáver político y a dar lectura a su testamento. El Pdecat y ERC suspiran desde hace meses por que el líder huido inicie una nueva vida, pero Puigdemont se niega a perder protagonismo. «Lo que nos llega sotto voce es que quiere forzar la situación para ir a elecciones», dicen ahora voces soberanistas involucradas en las conversaciones para formar gobierno.

Dirigentes de Junts per Catalunya habían intensificado esta semana sus movimientos con la confianza de que el expresidente de la Generalitat entregara el testigo en la reunión de ayer, sábado, en Berlín. El propio Puigdemont había alimentado esta posibilidad concediendo a su entorno la conveniencia de explorar una alternativa efectiva.

Parecía que llegaba el momento de poner fin al culebrón de la investidura después de casi cinco meses de enredo y de conocer a su relevo. Pero no. Puigdemont gestionó la situación a su manera y volvió a imponer su ley para dejar claro quién manda. Su deseo es que se ensaye (una vez más) su propia investidura a distancia aprovechando la norma aprobada por el Parlament a tal efecto el pasado viernes.

«Tenemos pocas posibilidades de investirlo»

La situación es kafkiana porque los propios dirigentes de Junts per Catalunya admiten que este procedimiento de teleinvestidura no va a tener recorrido, ya que en breve será suspendido por el Tribunal Constitucional. Pero lo primero es la fidelidad al líder. «Si la calidad democrática de España se sitúa en 0, tenemos pocas posibilidades de investir a Puigdemont», dijo desde Berlín el portavoz de Junts per Catalunya, Eduard Pujol, para salir del paso.

Lo único que lograron los diputados de Junts per Catalunya que no están alineados con Puigdemont (apenas un tercio del grupo) es que el líder concediera un margen para intentar la investidura efectiva. 

Puigdemont cede un margen de ocho días para intentar la investidura efectiva

Las instrucciones del expresidente de la Generalitat consisten en intentar la teleinvestidura a lo largo de semana que viene con la fecha límite del lunes, 14 de mayo. A partir de entonces, faltarán tan solo 8 días para que la convocatoria de elecciones sea automática (22 de mayo). Ésa es la única concesión del líder independentista.

Hay quien cree que queda poco tiempo. En realidad queda bastante para unos cuantos volantazos más. A Puigdemont le queda gasolina para seguir a los mandos de un viaje frenético, con saltos, subidas de estómago, frenazos y drásticos cambios de dirección.

El propio Eduard Pujol lo anunció: si falla Puigdemont volverá el plan de Jordi Sànchez. No había plan A, ni plan B, ni plan C. Había plan ABC. Sigue el rally Puigdemont.

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