Quim Torra demoniza a Ada Colau por su aproximación al PSC y a Valls

El president sale en tromba contra los comunes y suscribe que su acercamiento al PSC en Barcelona es una "operación de Estado"

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A poco más de 48 horas de la sesion de investidura en la que Ada Colau se decanta por pactar con el PSC para garantizarse los votos de los socialistas y de Manuel Valls que le permitirían revalidar su cargo, Quim Torra se sumó al pressing a los comunes para tratar de evitar que ERC, ganadora de las elecciones en Barcelona, se quede en la oposición.

Torra, que insistió una y otra vez durante la sesión de control al president en el Parlament en su denuncia del «ignominioso» juicio en el Tribunal Supremo que el miércoles quedó visto para sentencia, hizo suyas las controvertidas afirmaciones de la portavoz de su gobierno, Meritxell Budó, que el domingo atribuía en una entrevista las negociaciones entre Barcelona en Comú y los socialistas de «operación de Estado» para evitar un gobierno y un alcalde independentistas en Barcelona, y pedía una «respuesta de país» en caso de que Colau mantenga la alcaldía. 

Lo hizo en respuesta a la presidenta del grupo de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach, que consideró esas declaraciones «impropias» de una portavoz de la Generalitat, y le pidió a Torra el cese de Budó, cuyo comportamiento ha incomodado incluso a Esquerra, socio de Torra y Junts per Catalunya (JpC) en el ejecutivo catalán.

La respuesta fue un cierre de filas absoluto. «La portavoz lo es de todo el gobierno y tiene toda mi confianza», zanjó el president, antes de reprochar a los comunes que se decanten por un pacto con el PSC y conminarlos a cambiar de postura. «Ha llegado el momento de que ustedes decidan, y nos tienen que decir dónde están, dónde se sitúan. ¿Saben lo que significa el apoyo del señor Valls? Los votos del establishment, del puente aéreo, de la casta». «Y todo para evitar», remató, «que gobierne el alcaldable de la lista más votada».

Claro que Torra les conminó a corregir el rumbo que ha marcado la dirección de los comunes. «Aún confío en ustedes, tienen 48 horas para poder escoger». Es eso precisamente lo que harán este jueves y este viernes, en una consulta en que serán las bases de Barcelona en Comú los que decidirán si prefieren que sea alcaldesa Colau con un gobierno de coalición con el PSC o que lo sea Ernest Maragall, el alcaldable de ERC, con los de Colau como socios.

Ni mu sobre Tarragona y Lleida

Albiach le recordó a Torra los pactos en Tarragona y Lleida entre los comunes y el independentismo que con toda probabilidad impediran que gobierne el PSC, que es quien ganó en ambos municipios, y le preguntó irónica si a esos también se referirá como «operaciones de Estado», pero Torra ignoró la referencia, y siguió a la suya. Para el president, la encrucijada de los comunes equivale a decidir si priorizan «derechos o sillas», si escogen «colocarse en el bloque de los derechos y libertades o en el del señor [Carlos] Carrizosa«, en referencia al jefe de filas en el Parlament de Cs, formación que ya ha dicho que no avala la decisión de Valls, con quien se presentó en coalición en Barcelona.

Tras Albiach, fue el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, quien le recordó que cualquier pacto entre partidos «es legítimo», que «todos los votos valen lo mismo» y que todos los electos tienen los mismos derechos. Pero la respuesta de Torra se limitó a llevar el agua a su molino. «¿Todos tienen los mismos derechos? Pues mire qué ha pasado en el Congreso y en el Senado. Tenemos diputados suspendidos», le espetó, para celebrar luego en tono sarcástico que «gracias a Dios», la presidenta de la Cámara Baja, la socialista Meritxell Batet, es catalana.

Pique entre Torra y Carrizosa

Luego, Carrizosa le pidió que concretara a qué se refería con el aviso que lanzó el miércoles y que reiteró este jueves en sede parlamentaria, aquello de «lo volveremos a hacer», que también anunciaron varios de los procesados en sus alegatos finales. «¿Que parte no ha entendido?», le replicó Torra, para entregarse después a un análisis sintáctico de la frase y citar el «volveremos a sufrir, volveremos a luchar, volveremos a vencer» de Lluís Companys.

El intercambio fue aún más áspero que los mantenidos con Iceta y Albiach. «Me alegro de que, ya que no le aprovecharon las clases de derecho, lo hicieran las de lengua», le espetó Carrizosa. «Lo que me explicaron es la presunción de inocencia», contrarreplicó Torra. Y así seguimos, en bucle.

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