Los gobiernos de Torra y Colau encauzan un doble pacto presupuestario

Tras un preacuerdo en materia fiscal, Aragonès y los comunes buscan un pacto antes de fin de año para aprobar las cuentas de Ayuntamiento y Generalitat

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El govern de Quim Torra y los comunes avanzan con paso firme hacia un acuerdo a dos bandas que permita aprobar los presupuestos de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona. Fuentes de la negociación aseguran que las conversaciones están encarriladas hasta el punto de que el plan es escenificar algún tipo de acuerdo antes de Navidad.

Este mismo martes, la portavoz del Govern, Meritxell Budó, insistía, en esa misma línea, en que el plan es que el ejecutivo catalán apruebe antes de fin de año su proyecto de presupuestos, que empezaría así su tramitación parlamentaria con el objetivo de ser aprobado definitivamente en febrero. 

Ese es el nuevo plazo que se fijó el gobierno catalán después de haberse saltado el primero, según el cual, el govern aprobaría su borrador de cuentas y lo elevaría al Parlament antes de final de octubre. Esta vez, sin embargo, los negociadores del departamento de Economía están convencidos de estar en la buena dirección.

«Preacuerdo» en materia fiscal

Y también en Catalunya en Comú Podem (CECP) consideran que las cosas van por buen camino. El lunes, la líder de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach, anunciaba en una entrevista en RAC-1 «un cierto preacuerdo» con el departamento que encabeza el vicepresidente y hombre fuerte de ERC en el gobierno catalán, Pere Aragonès, para subir impuestos a los ciudadanos con mayor nivel de renta.

La voluntad de los comunes es, en ese sentido, la de crear un nuevo tramo del IRPF con un tipo autonómico del 23,5% para las rentas de entre 90.000 y 120.000 euros, que ahora tributan en Cataluña al 21,5%, y, a partir de esa cantidad, elevar el tipo aplicable al 25,5%, que es el que ahora rige solo a partir de los 175.000 euros.

Un eventual acuerdo en la política de ingresos es el que tiene que engrasar el resto de una negociación que mantiene vasos comunicantes con la mantenida entre el gobierno municipal de Colau y ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, donde el bipartito comuns-PSC necesita del apoyo de Esquerra para tirar adelante sus cuentas.

Esquerra desvincula el acuerdo al aval a Sánchez

Los comunes también quieren vincular su apoyo a las cuentas de la Generalitat a un aval de los de Oriol Junqueras a la investidura de Pedro Sánchez. Pero en ERC y, en consecuencia, en el departamento de Economía, no están por la labor y abogan por circunscribir el pacto a un quid pro quo Generalitat-consistorio.

La clave es el calendario, porque el plan del govern, ya se ha dicho, es tener algo cerrado antes de las navidades para que las cuentas arranquen ya su recorrido en el Parlament, pero ERC, en cambio, aboga por una  negociación a fuego lento con Sánchez de cara a la investidura. Así, cada vez que el PSOE expresa —cosa que hace de manera insistente— su voluntad de constituir gobierno también antes de fiestas, en Esquerra, cuyos negociadores tuvieron este martes su segunda cita con los de los socialistas, replican que ellos no tienen ninguna prisa.

«Para nosotros, el calendario del acuerdo no es lo importante, lo es el contenido», dice Aragonès. «Es mejor un buen acuerdo que un acuerdo rápido», zanja. Claro que la tesis del principal aspirante a candidato de Esquerra a la presidencia de la Generalitat es exclusiva para la investidura. En el caso de las presupuestos, Aragonès sí tiene prisa. Al fin y al cabo, incluso aunque esta vez consiga cumplir sus propios plazos, el govern ya está condenado a funcionar los dos primeros meses de 2020 con las cuentas prorrogadas, pero que ya será la tercera consecutiva, así que el objetivo ahora es que no sea necesario dilatar esa prórroga, que ya será la tercera seguida, más allá de febrero.

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