Rajoy rechaza una reforma constitucional para resolver el reto soberanista

El presidente del Gobierno asegura que hablará "de todo" con el Gobierno catalán, pero que no autorizará "ningún referéndum"

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Mariano Rajoy se mantiene firme en sus convicciones, aunque deba tratar de acordarlo todo en el Congreso, con la posición de mayoría minoritaria del PP. Y, tras la última decisión del Govern de la Generalitat, de pactar una ley de transitoriedad nacional para convertir la autonomía en una República de derecho, el presidente del Ejecutivo no quiere variar la ruta: «No voy a autorizar ningún referéndum», ha asegurado, para añadir que tampoco cree que una reforma de la Constitución pueda resolver ese conflicto. «Una reforma de la Constitución no creo que pueda ser la solución, a no ser que se elimine cualquier referencia a la igualdad de todos los españoles, o sobre la soberanía del pueblo español».

Con esa posición Rajoy se ha referido al posible diálogo con el gobierno independentista en Cataluña, que preside Carles Puigdemont. En su comparecencia en la Moncloa, para dar cuenta de la gestión política a lo largo del año que finaliza, Rajoy ha insistido en que la reunión con todos los presidentes autonómicos puede ser «fructífera», porque se abordarán cuestiones del día a día, de carácter social, y que también iniciará la negociación para mejorar el modelo de financiación autonómica, pero que no entrará en ningún caso en la convocatoria de un referéndum como le insiste el Ejecutivo catalán.

Mandato de cuatro años

La idea de Rajoy es finalizar el mandato de cuatro años, con la esperanza de aprobar los presupuestos de 2017, y con la voluntad de mantener «el pacto preferente» con Ciudadanos, pese a los acuerdos alcanzados en las últimas semanas con el PSOE. Rajoy ha insistido en que «el socio, el que nos facilitó la investidura, es Ciudadanos», en una muestra de que necesita apuntalar ese flanco, aunque no deje de mirar hacia los socialistas.

La posición de Rajoy, por tanto, a pesar de esa posición complicada, no varía. Su intención es ofrecer diálogo a todos los gobiernos autonómicos, en especial al gobierno catalán, con la esperanza de que sea el presidente Puigdemont, con quien tiene intención de reunirse, el que acabe aceptando un repliegue. «Está claro que esa apuesta –el independentismo– no conduce a ningún lado y estaría bien mirar hacia el futuro», ha señalado, al descartar una autocrítica sobre las actuaciones del PP en el pasado reciente, como sí hizo la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría respecto a la gestión sobre el proceso del Estatut en Cataluña.

Lo que le mueve a Rajoy en estos momentos, como ha reflejado en su intervención ante los medios públicos, es la gestión económica, con el objetivo de alcanzar «los 20 millones de trabajadores con empleo en 2020», y mantener el crecimiento.

La vía del posible referéndum pactado, como pide Puigdemont, queda bloqueada, y con la posición de Rajoy todo queda en manos del bloque independentista en Cataluña, sobre su posible hoja de ruta, y la intención de convocar un referéndum «sí o sí», como indicó Puigdemont en el parlamento catalán.

Economía Digital

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