Reino Unido instala a espaldas de España un cable telefónico submarino para Gibraltar

El Gobierno está convencido que el lanzamiento de bloques de hormigón en aguas pesqueras pretende proteger y camuflar el tendido

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El conflicto en Gibraltar tiene una motivación económica y estratégica. Reino Unido instala a espaldas de España un cable telefónico para mejorar las telecomunicaciones de la colonia británica.

El tendido está detrás de la escalada diplomática y amenaza con enquistar la situación: Londres no renunciará a la infraestructura y Madrid no está dispuesto a ceder el paso en aguas territoriales ni a que se utilicen en las tareas de instalación.

Protección del tendido

El gobierno de David Cameron (PC) decidió dar el salto a aguas internacionales y prolongar la extensión del conducto, que alcanzaría una longitud de más de 10.000 kilómetros. Sin embargo, los pescadores españoles, al faenar, pondrían en riesgo la integridad de la instalación, vulnerable a los aparejos de la flota del campo de Gibraltar.

Por esta razón, se ordenó el lanzamiento de bloques de hormigón. La finalidad es doble: proteger el paso del cable y generar daños ambientales para inutilizar la zona como caladero. Con el alargamiento del espigón, los técnicos también podrían trabajar con mayor seguridad. Las maniobras para hundir los bloques contaron con la protección de la guarnición de la Navy en Gibraltar.

Así es el cable

La firmeza de Londres para reducir la dependencia de España en las comunicaciones gibraltareñas no tiene fisuras. La inversión asciende a 30 millones de dólares y ha contratado a la empresa Gibtelecom para que se una al consorcio internacional que desarrolla el cable submarino, avanzó El Confidencial Digital.

Superado el escollo español, ingresará en aguas portuguesas. Recalará en zona neutra y conectará con el territorio británico. Se trata de un tendido de fibra óptica con origen en Libia y con una capacidad de 3,8 terabits. En la mayor parte del recorrido irá enterrado en el lecho marino, sobre todo en las zonas de poca profundidad (hasta 100 metros).

Controles

Como respuesta, Madrid ordenó incrementar los controles en la Verja con el objetivo de dificultar las obras. En la frontera con España se han inmovilizado varios camiones con grava y material de construcción. El último movimiento de Londres ha sido movilizar a buques de guerra en la zona. Se espera a la armada británica a finales de mes.

Ismael García Villarejo

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