Albert Rivera abandona la política

El líder de Ciudadanos renuncia a la presidencia del partido, a su escaño en el Congreso y a la vida pública

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Albert Rivera tira la toalla. El hasta ahora líder de Ciudadanos ha anunciado este lunes a mediodía que no solo renuncia a la presidencia del mismo y a su escaño en el Congreso, sino que abandona la política. Rivera pone así fin a casi 14 años al frente de la formación liberal tras la debacle del domingo, cuando Cs perdió 47 de los 57 diputados que logró en abril.

«Ya avancé que iba a asumir todas las responsabilidades en primeraoa persona. Nunca me he escondido», alegó el líder caído, que consideró que «sea justo o injusto, es lo responsable». «Los líderes tenemos que saber que cuando hay éxitos en un poryecto colectivo, son de todos, pero también que cuando hay un fracaso, es del líder», zanjó. Eso, dijo, es lo que le enseñaron sus padres, sus  profesores y sus entrenadores de natación y waterpolo, los dos deportes que practicó en su adolescencia.

Rivera había mantenido la incógnita sobre su continuidad en su comparecencia la misma noche electoral, pero, 12 horas después, explicó que solo lo hizo porque a quien tenía que comunicárselo primero era a la dirección del partido, con la que se reunió este lunes por la mañana antes de hacer pública su decisión en una comparecencia en la sede de la formación y en la que no admitió preguntas.

El dimisionario consideró que las decisiones de dejar la presidencia del partido y de no coger el acta de diputado cuando se constituyan las  Cortes son de cariz político, pero enmarcó la de abandonar la política en el terreno de lo personal. «Ya no voy a ser el presidente de las familias [objetivo declarado durante la campaña], pero voy a ser mejor hijo, mejor padre, mejor pareja y mejor amigo», dijo. «Tengo vida, la tuve y la tendré fuera de la política».

Rivera deja una última pulla a Sánchez 

Rivera dejó un recado a los que a partir de ahora tendrán que ponerse de acuerdo para acabar con el bloqueo político que a Cs le ha pasado factura en mayor medida que a ningúna otra formación. Lo hizo a partir de una cita de Barack Obama que sonó a pulla final a Pedro Sánchez: «Si para ganar tienes que dividir a la gente, vas a tener un país ingobernable». Acto seguido, deseó «suerte y aciertos» a los que tengan que «tomar decisiones», y les pidió evitar «que este país vuelva a los rojos y los azules».

El vacío que deja el que ha sido su líder desde la formación del partido, en junio de 2006, Cs tendrá que decidir cómo llenarlo en un congreso extraordinario. La  mejor situada para suceder a Rivera es Inés Arrimadas, que ya le sustituyó como líder de la fomación en Cataluña cuando él dio el salto a la política nacional.

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