Sánchez asume que la crisis le acompañará toda la legislatura

Pese a que la ministra de Hacienda asegura que "lo peor" de la crisis ya pasó, el presidente del Gobierno admite que la economía no verá la luz hasta 2023

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Casi tres años faltan para que la economía española vuelva a ver la luz, según Pedro Sánchez. Así lo ha transmitido el presidente del Gobierno este lunes en la habitual rueda de prensa antes de las vacaciones, señalando que el PIB no retornará al nivel en que cerró el año 2019 al menos hasta 2023. De aquí a entonces, «no rebasaremos la situación» económica existente antes de la crisis del coronavirus.

Unas declaraciones que no se hacen eco de la percepción de la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, que este pasado fin de semana afirmó que «lo peor» de la situación económica después de la pandemia ya ha pasado. Lo dijo apenas unos días después de que se diera a conocer la caída histórica del 18,5% del PIB español el pasado trimestre. Lo que Sánchez espera para 2023, Montero cree que sucederá en 2021.

Este lunes, tras la celebración del consejo de ministros, el jefe del Ejecutivo ha presentado —entre otras cosas— una batería de medidas para impulsar la recuperación económica. El pronóstico de La Moncloa es que la economía española se acelerará en 2021 y 2022, y que en 2023 puede incluso superar la situación económica previa a la Covid-19. «Quedan meses difíciles por delante», ha reconocido el líder socialista. Más de los que asume Montero.

Algunas medidas de las que ha hablado Sánchez son el impulso de las infraestructuras, la reorientación del plan de vivienda hacia alquileres asequibles y la rehabilitación, un nuevo plan de internacionalización de la economía y una revisión de la fiscalidad de la alimentación. Cuatro «pilares» protagonizan la propuesta del Gobierno en este sentido: digitalización, transición energética, cohesión social y «no dejar a nadie atrás».

La coalición está «bien»

El próximo reto es el presupuesto, y Sánchez ha instado a todas las formaciones políticas a «arrimar el hombro» porque todos los partidos «son bienvenidos» en las negociaciones. De esta forma también ha ninguneado las críticas de sus socios de Unidas Podemos, que han reprochado sus reuniones con Ciudadanos, que está dispuesto a negociar las cuentas y, a diferencia de los morados, ha instado a no poner vetos.

Pero el presidente del Ejecutivo ha asegurado que la coalición está «bien» y que no hay ninguna «alternativa» sobre la mesa, también minimizando las tensiones en el seno del Gobierno por la polémica salida del país del Rey emérito Juan Carlos I, que Podemos cree que el PSOE negoció a escondidas con la Casa Real. Los de Pablo Iglesias incluso demandaron prohibirle salir del país antes de enterarse de que el monarca ya se había ido.

En todo caso, Sánchez ha insistido en que hay un acuerdo de coalición y que seguirán trabajando para cumplirlo, asegurando que a finales de año un 20% del documento se habrá ejecutado. El pacto tendrá «atención preferencial», ha avisado, explicando que se renovarán las políticas activas de empleo, se consolidarán los ERTE como alternativa al despido y se impulsará la estabilidad que precisa España con el diálogo social como garantía.

El presidente del Gobierno ha reiterado que la recuperación económica ya ha empezado y que España tendrá en 2023 un crecimiento «mejor, más competitivo y más productivo». «Tengan garantizado que vamos a superar juntos» la crisis, ha afirmado Sánchez.

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