Pedro Sánchez usará los fondos europeos para ganar poder sobre las empresas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ganará poder sobre las empresas al dominar las ayudas millonarias exentas de concurso

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El reparto de los 140.000 millones que llegarán a España procedentes de la Unión Europea para la reactivación económica no solo está generando importantes tensiones dentro del Gobierno —Pablo Iglesias estuvo excluido de su gestión inicialmente—, sino que también está provocando enormes suspicacias debido a los superpoderes que planea arrogarse Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno va a asumir un poder inédito con la centralización del reparto de los fondos europeos, que se tramitarán por procedimiento de urgencia y se fiscalizarán en 5 días. 

Sánchez asumirá todo el control y el Gobierno dará subvenciones sin concurso para «agilizar los trámites» con el pretexto de que las ayudas europeas «lleguen rápido a las empresas».

Así lo explican en Moncloa, donde aseguran, no obstante, que habrá un gran control del Ejecutivo respecto a las inyecciones económicas al sector privado. ¿Qué control? Nadie lo sabe. «A ver quién le tose ahora al presidente», ironizan en el propio PSOE.

Falta de transparencia 

Lo cierto es que la desburocratización amenaza con conducir a la arbitrariedad y a la puesta en marcha de extrañas aventuras inversoras hasta el agotamiento del crédito presupuestario.

El líder del PP, Pablo Casado, durante su intervención en el pleno del Congreso que este jueves debate y vota la prórroga del estado de alarma durante seis meses.

Por ello, el Partido Popular solicitó que estas ayudas fueran gestionadas por un organismo independiente. Una medida que la patronal CEOE consideró positiva. Sin embargo, la propuesta fue rechazada en el Congreso con los votos en contra de PSOE, Podemos y sus socios de investidura. 

El Gobierno todavía no ha especificado qué mecanismo de control va a emplear para la gestión y concesión de estas ayudas por el propio Gobierno. «¿Quién vigila al vigilante?», se preguntan en Génova. 

Los fondos de la UE para la reactivación tras la pandemia del coronavirus deben destinarse, en opinión de los populares, a los autónomos y parados o al sector productivo, por lo que estarán «muy vigilantes» y pedirán que la Comisión Europea esté «muy por encima» del control de las ayudas. 

El Gobierno se asociará a grandes empresas 

Según el real decreto publicado por El Mundo, el Ejecutivo prevé crear consorcios o agrupaciones «como instrumentos de colaboración público-privada» para la ejecución del plan presidido por Sánchez.

La normativa facilitaría que el Gobierno pueda asociarse a grandes empresas con capacidad para desplegar redes de telecomunicaciones o de energía renovable llamados Proyectos Estratégicos para la Recuperación y la Transformación Económica (PERTE) y permitirán una asociación de «coinversión» entre el Gobierno y, entre otros, grandes grupos del Ibex. 

Todo estará canalizado a través de la llamada «ventanilla única» del Plan, al frente de la cual estará Sánchez para «facilitar las solicitudes y la tramitación de los procedimientos a los interesados, como punto formal de relación con la Administración», según reza el texto. 

Los (excluidos) del Plan por Iglesias 

El real decreto planteaba también la participación de secretarios de Estado y los directores generales de Economía y Hacienda que, ahora, y a raíz de la inclusión de Iglesias en la gestión de los fondos, podrían quedar fuera, ya que no son miembros del Consejo de Ministros.

Este punto también atañe al que iba a ser el coordinador económico, en lugar de Nadia Calviño, Manuel de la Rocha. El economista, persona de confianza del director del Gabinete de Sánchez, Iván Redondo, iba a ser quien coordinase el trabajo de todos los ministerios participantes. Sin embargo, las fuentes consultadas por el Gobierno no saben/no contestan dejando en el aire su participación. 

Sánchez vuelve a rectificar 

Lo cierto es que la creación de una comisión interministerial para la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia era la promesa de Sánchez desde julio y no su centralización en el Consejo de Ministros. El Gobierno vuelve a ‘autoenmendarse’. 

Pedro Sánchez, Carmen Calvo e Iván Redondo en una rueda de prensa en La Moncloa en octubre de 2019. Redondo supervisará la nueva comisión permanente contra la desinformación anunciada por el Gobierno | EFE

El presidente anunció a finales de julio a los líderes autonómicos en la Conferencia de Presidentes que celebró en San Millán de la Cogolla (La Rioja), que sería él mismo el encargado de liderar la gestión del Fondo de Recuperación a través de una nueva Comisión Interministerial.

Sin embargo y desde hace unos días, tal y como desveló la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el presidente pensaba en que fuera el propio Consejo de Ministros quienes gestionen las ayudas. 

Sánchez «dio la instrucción expresa» de que las decisiones se residenciaran en el conjunto del Gabinete. Una fórmula mucho menos operativa pero que le permite respetar el ya malherido equilibrio con Podemos.

Según publicó Servimedia, el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, desveló que hubo que «negociar» con el Gobierno para incluir a Iglesias en la gestión de los fondos. Tal y como publicó este medio, los morados enseguida señalaron a Carmen Calvo como urdidora del ‘veto’. 

La vicepresidenta primera negó este miércoles que hubiera polémica respecto a este asunto, aunque sí se tuvieron que hacer «algunos ajustes», señaló. 

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