Un hospital público recurre a clientes privados para cuadrar el presupuesto

La privada Barnaclínic abonó el pasado año 2,5 millones de euros en retribuciones a los profesionales del hospital público con el que todavía comparte instalaciones

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En un contacto con los medios de comunicación, el director general del Consorcio del Hospital Clínic, Josep Maria Campistol, argumentó que Barnaclínic, el negocio privado del hospital público, «nos ayuda a cuadrar el presupuesto».

El Hospital Clínic de Barcelona, uno de los mejores hospitales públicos de España, defiende a capa y espada la continuidad de Barnaclínic, su clínica privada, con la que todavía comparte espacio, profesionales y equipo.

La clínica privada factura 14 millones de euros

Barnaclínic facturó el año pasado cerca de 14 millones de euros que, en buena parte, han revertido en el Hospital Clínic. Según los datos facilitados por Campistol, 6,5 millones han retornado al Clínic en forma de alquileres y compras.

Los médicos del Hospital Clínic también han sacado tajada de la actividad privada de Barnaclínic. A una pregunta de este digital, Campistol indicó que, en el pasado ejercicio, Barnaclínic abonó cerca de 2,5 millones de euros en retribuciones a los profesionales de la plantilla del Hospital Clínic, que han tramitado la preceptiva compatibilidad para ejercer al mismo tiempo en la sanidad pública y en la privada.

El Hospital Clínico cuenta con un presupuesto de cerca de 450 millones de euros anuales, treinta veces más que su polémica clínica privada.

Buscan una nueva ubicación

El director general del Hospital Clínic reconoció que se ha «comprometido» ante Toni Comín, a propuesta del propio consejero de Salud, que la privada Barnaclínic cambiará su figura jurídica –de sociedad anónima a fundación sin ánimo de lucro- y que abandonará el recinto del hospital público.

Una comisión, integrada por directivos de Barnaclínic y asesores externos, decidirá en un plazo de dos meses una nueva ubicación de entre una decena de posibilidades que están en estudio.

Campistol rechazó con un «no» rotundo que planeen ubicar Barnaclínic en el edificio de la Escuela Industrial: «No cometeremos el mismo error de ponerlo en suelo público».

Tampoco ve factible que se instale en el recinto del vecino Hospital Sagrat Cor: «No es imposible, pero sí demasiado complejo». Además, este centro desarrolla conciertos públicos, aunque el consejero Comín planee eliminarlos.

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