Aragonès planea su primer golpe de fuerza ante JxCat: acudir a la conferencia de presidentes

Aunque no hay confirmación oficial sobre quién representará al Govern en funciones, Aragonès se inclina por imponerse a los consellers de JxCat

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Aquellos pretextos que tantas veces ha empleado la Generalitat para dar plantón a la Conferencia de Presidentes («no vamos a hacernos fotos sin contenidos», «la pandemia dificulta y desaconseja la movilidad», «pedimos un orden del día») han desaparecido de golpe.

Inhabilitado Quim Torra, el Govern en funciones ha decidido participar en la reunión de presidentes autonómicos del 26 de octubre, acaso por la golosa participación de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en pleno debate sobre el reparto de la lluvia de millones europeos. Ahora, el Govern ya no discute acerca de su participación, sino que discrepa sobre quién va a hacerlo. ¿Lo hará el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC)?

La respuesta lógica es que sí porque, al fin y al cabo, Aragonès es el president en funciones. Pero apenas nada guarda lógica en un gobierno expirante en funciones, cuyos socios dedican el resto de sus energías a la vigilancia y a la zancadilla.

Aragonès, que lleva dos semanas huyendo de todo gesto que puede interpretarse como una usurpación de la presidencia, planea, por primera vez, imponer su jerarquía en el Govern interino y acudir en persona a la Conferencia de Presidentes, aunque la portavoz de la Generalitat, Meritxell Budó, dice que no está tan claro.

En cambio, el entorno de Aragonès lo da por probable. ¿Podría cifrarse en posibilidades? «Digamos un 65%», dicen las fuentes consultadas.

Junts per Catalunya pone a Tremosa en circulación

Pero Budó se resiste a entregar la representación catalana a Aragonès a las primeras de cambio porque, subraya, el Govern «no tiene presidente» y, por tanto, otros consellers podrían acudir en nombre de la Generalitat. ¿La propia Budó? No. La apuesta de Junts per Catalunya es que sea el titular de Empresa, Ramon Tremosa, quien represente al Govern como presunto experto en la reconstrucción del tejido empresarial y en asuntos europeos (fue eurodiputado durante dos legislaturas).

El Govern tiene varios días para resolver este pulso interno, pero Aragonès tiene a su favor un aliado de peso y es el Gobierno de Pedro Sánchez, dispuesto a hacer gestos (un orden del día más a su medida, por ejemplo) para favorecer su presencia como interlocutor preferente. 

El Gobierno, de hecho, ya ha mantenido varias conversaciones con Aragonès en busca de su asistencia, según explican fuentes conocedoras de estos contactos a Economía Digital.

“Esta vez va a ser diferente”, auguran fuentes gubernamentales sobre el desarrollo de la Conferencia de Presidentes. Con Torra fuera de juego, la relación del Gobierno con la Generalitat se ha simplificado, puesto que con el dirigente de ERC no ha habido dificultades para mantener la línea abierta. 

La imagen ante la Comisión Europea

“La comunicación con Aragonès es fluida a todos los niveles”, confirman desde varios frentes del Gobierno, particularmente interesado en que ERC se mantenga como posible aliado del PSOE y de Podemos para estabilizar la legislatura.

Reconocen Gobierno y Generalitat que nadie tiene más y mejores contactos entre ambos ejecutivos que Aragonés. Habla (más por mensaje que por teléfono) con Pedro Sánchez; también con la vicepresidenta primera, Carmen Calvo; con el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias; con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y con María Jesús Montero, titular de Hacienda.

Sánchez confía en que esta vez la Generalitat no desluzca la Conferencia de Presidentes en el Senado y que, por una vez, la Comisión Europea se lleve una buena imagen de la coordinación de la España de las Autonomías en plenas dificultades para que los socios de la Unión se decidan a abrir el grifo de millones para la reconstrucción. 

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp