Barones del PSOE desafían a Sánchez y a Montero con la financiación autonómica

Hasta cuatro barones socialistas asistirán a la cumbre organizada por Núñez Feijóo para acordar un modelo de financiación que marque el paso a la ministra Montero

Javier Lambán y Emiliano García Page saludándose con los codos

Javier Lambán y Emiliano García Page junto a Alfonso Fernández Mañueco. Foto: EFE

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La crisis entre los barones territoriales por la financiación autonómica y la incapacidad de alcanzar un Pacto de Estado para reformar el modelo de reparto enfada a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y pone en aprietos a Pedro Sánchez por la inminente celebración del 40 Congreso Federal del PSOE.

Ni un cónclave sin ruido. Si Isabel Díaz Ayuso puso en cuestión el liderazgo de Pablo Casado de cara a la Convención del PP, cuatro barones del PSOE han desafiado este miércoles a su partido aceptando reunirse con el popular Alberto Núñez Feijóo para abordar un nuevo modelo de financiación autonómica.

El intento del presidente de Castilla y León, el popular Alfonso Fernández Mañueco, de organizar una nueva cumbre a principios de año se truncó por el recelo de algunas comunidades del PSOE. Ahora y pese a las advertencias de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, reclamando que no configuren bloques, cuatro barones del PSOE han dado el paso:

El presidente de Asturias, Adrián Barbón; el de Aragón, Javier Lambán; el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara y la presidenta de La Rioja, Concha Andreu, se reunirán con los barones populares de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco y de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Éste último será el anfitrión de la cumbre anunciada para el próximo 2 de noviembre en Galicia, donde acordarán un nuevo modelo de financiación a espaldas de la titular de Hacienda.

A todos les mueve el mismo miedo: un posible pacto del modelo de financiación autonómica de Montero en las reuniones bilaterales que mantiene con la Generalitat que les deje con menos dinero, sin voz ni voto.

La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, atiende a la prensa tras reunirse por vía telemática con las comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, para abordar el reparto territorial de los fondos europeos que recibirá España este año. EFE/Chema Moya
La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, atiende a la prensa tras reunirse con las comunidades. EFE/Chema Moya

Desde los respectivos territorios del PSOE apostillan que, tanto el Gobierno como en Ferraz, son conocedores de las rencillas que estos territorios mantienen con Hacienda y aseguran que una reforma de este calado se tiene que aprobar con mayoría absoluta. De ahí el cónclave con el PP.

También en Moncloa reconocen que estaban al tanto de una posible reunión de estos barones socialistas con los populares, tras la cumbre sevillana protagonizada entre el popular Juanma Moreno y el presidente valenciano, Ximo Puig.

Fuentes gubernamentales reconocen que hicieron gestos de empatía hacia los que se consideran agraviados, pese a que hay división en el gabinete sobre el ritmo de la negociación de un asunto que genera inquietud en otros territorios, que temen perder recursos cuando se produzca el reequilibrio si el Gobierno no pone más dinero en la tarta autonómica.

Primeros pasos en noviembre

Estos barones ‘díscolos’ pretenden aunar fuerzas pactando un modelo que poner sobre la mesa a la ministra de cara a noviembre, fecha que la propia Montero marcó para presentar un primer esbozo con la propuesta de redefinición del concepto de «población ajustada».

En las filas socialistas admiten que el tema genera divisiones internas y que hay cierto enconamiento. El consejero de Hacienda de Aragón, Carlos Pérez Anadón, llegó a apoyar a la Comunidad de Madrid en el Consejo de Política Fiscal contra el fondo transitorio de nivelación que reclaman Andalucía y la Comunidad Valenciana hasta que se resuelva la reforma. Un fondo que la ministra de Hacienda se resiste a apoyar porque eso supondría la inyección de más dinero.

Varios barones socialistas también respaldan las palabras de Núñez Feijóo, quien insiste conocer «si las comunidades contaremos con un árbitro imparcial para ordenar este debate crucial o si ese árbitro está hipotecado por un jugador que, además, no acata el reglamento» como es el caso, a su juicio, de la Generalitat.

«Ocho presidentes de tres partidos distintos», manifestó este miércoles el gallego, que se mostró «orgulloso» de integrar una alianza que «no va contra nadie y que está abierta a todos».

El presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page, conversa con el presidente Pedro Sánchez, en un acto institucional. EFE/Ismael Herrero

Desde el entorno de Emiliano García-Page apoyan la propuesta y señalan que «esto no es nuevo», pues el mandatario ya mantuvo conversaciones informales con homólogos del PP y de su partido en la conferencia de presidentes de finales de julio en Salamanca.

El castellanomanchego pone como ejemplo la cumbre de 2018, donde Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León y La Rioja pactaron unos criterios con los que debería de contar la nueva financiación autonómica.

«Deberán tenerse en cuenta, en mayor medida, variables tales como los costes fijos, la orografía, la superficie, la dispersión, la baja densidad, la baja tasa de natalidad, o el envejecimiento de la población», apelaron por aquel entonces a Pedro Sánchez.

La cumbre se ha anunciado en vísperas de la celebración del cónclave que el PSOE mantendrá este fin de semana en Valencia y, aunque no se esperan voces discordantes en este aspecto, aseguran que «si sale el tema, nosotros vamos a defender nuestras reivindicaciones desde los territorios», insisten fuentes de estas comunidades.

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