Comín estrena servicios de urgencias que nacen colapsados

Los sindicatos del Hospital del Mar advierten de la falta de personal sanitario en las nuevas instalaciones que se abrieron la semana pasada

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El Hospital del Mar de Barcelona estrenó la semana pasada un nuevo edificio de urgencias. Desde el primer día está colapsado. Ahora les sobra espacio, pero les falta personal sanitario y más camas para los ingresos hospitalarios.

El nuevo edificio, de cuatro plantas (dos subterráneas) y cerca de 16.000 metros cuadrados, acoge el hospital de día, la unidad de oncología y las urgencias. No obstante, este último servicio está dividido entre el nuevo y el viejo edificio, donde se mantienen las urgencias de psiquiatría y pediatría. Los camilleros hacen carreras de un lado a otro. Se tarda cinco minutos en trasladar a un paciente en silla de ruedas entre las dos áreas de urgencias.

Se han invertido 76 millones de euros en este bloque: 42 millones los aporta el departamento de Salud de Toni Comín y 34 el ayuntamiento de Ada Colau. Los profesionales califican las nuevas instalaciones de “amplias” e, incluso, “bonitas”. Sin embargo, señalan que la duplicidad de espacios dificulta el trabajo del personal sanitario. Además, insisten en que la plantilla es insuficiente. José Manuel Sancho, delegado de CC.OO, indica que se han contratado 31 profesionales, pero que todavía hacen falta “un mínimo” de 35 para atender de manera adecuada a los pacientes de urgencias.

Sancho señala que no se han solucionado los colapsos. De media, los pacientes esperan unas 48 horas en urgencias antes de ingresar en una planta. En ocasiones han alcanzado los cinco días.

Una semana en urgencias

Otros hospitales catalanes se encuentran en peor situación. El servicio de urgencias del Hospital Vall d’Hebron, el buque insignia del sistema sanitario catalán, registraba este miércoles ochenta pacientes en espera de ingreso. Los más antiguos están ahí desde el 25 de mayo, hace siete días.

Judit Capdevila, de la junta de personal del citado hospital, recuerda que se van repitiendo los “picos” en urgencias. Antes coincidían con las epidemias de gripe, ahora se pueden dar en cualquier momento. Los sindicatos de Vall d’Hebron también reclaman más personal en urgencias, especialmente de auxiliares de enfermería.

Buenos propósitos

En abril pasado, el consejero Comín presentó un nuevo “plan nacional de urgencias de Cataluña” con el objetivo de que, en un plazo máximo de cuatro, ningún paciente deba de aguardar más de 24 horas en los servicios de urgencias hasta que se decida su ingreso en planta. Este plan incluía treinta medidas, pero de momento no se notan en los grandes hospitales catalanes.

Capdevila indica que se trata de planes “teóricos”, “políticos”, que de momento no han tenido efectos prácticos, al menos en Vall d’Hebron. En términos similares, David Carvajales, secretario de acción sindical de Satse, insiste en que “todo sigue igual”.

Sanidad catalana: algunos centros de atención primaria programan visitas para dentro de un mes

Carvajales recuerda que el plan de Comín propone actuar en la red de centros de atención primaria para reducir el número de enfermos que acaban en las urgencias de los hospitales. Considera que este objetivo difícilmente se cumplirá mientras haya centros de atención primaria, como algunos de Sant Adrià del Besòs (Barcelona), que en estos momentos programan consultas no urgentes a un mes vista. Para entonces, o se habrán curado solos o habrán acudido a urgencias. Comín ha protagonizado repetidas polémicas con los profesionales sanitarios.

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