La sentencia del ‘procés’: ¿Tercer grado a media condena?

La sala que preside Manuel Marchena desoye la petición de la Fiscalía y deja abierta la puerta al régimen de semilibertad a media condena

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El Tribunal Supremo (TS) ha dejado abierta la puerta a que los líderes independentistas condenados puedan accedar al tercer grado penitenciario al cumplir la mitad de la pena, que en el caso del exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras es de 13 años, la condena de mayor duración. El TS ignora de esta forma la petición de la Fiscalía, que pidió impedir el acceso al régimen de semilibertad. Según la sentencia del ‘procés’, esta facultad corresponde a la administración penitenciaria.

El Supremo subraya así que el tercer grado tiene su propio cauce impugnatorio. «Esa facultad no puede ser interpretada como un mecanismo jurídico para evitar anticipadamente decisiones de la administración penitenciaria que no se consideren acordes con la gravedad de la pena», señala el Alto Tribunal en el auto. La sala considera que el cumplimiento de las condenas se ajustará a términos individuales, en función del cumplimiento y la progresión de cada uno de los condenados. 

La Fiscalía pedía restringir el acceso de los condenados al régimen de semilibertad hasta la mitad de la pena con el objetivo de impedir que la Generalitat aplicara beneficios antes de tiempo. Después de desoír la petición del Ministerio Público, el tribunal que preside el juez Manuel Marchena recuerda que la opción del tercer grado puede ser objeto de revisión en función del criterio de la administración penitenciaria. 

El Supremo y el Código Penal

El TS se refiere al artículo 36.2 del Código Penal para insistir en su facultad de efectuar «un pronóstico de peligrosidad que preserve los bienes jurídicos que fueron violentados con el delito». En este sentido, el Supremo considera que los condenados han sido castigados conforme a la actividad que estaban ejerciendo en el momento de delinquir, esto es, con la privación de la libertad asociada a cada condena y la inhabilitación absoluta para ejercer en cargos públicos, pero no entra en las competencias que se atribuyen al régimen penitenciario. 

De los procesados, Junqueras se lleva la peor parte al tener que acatar una condena de 13 años de cárcel. La de los exconsellers Raül RomevaJordi Turull y Dolors Bassa asciende a 12 años; 11 y medio para la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y los exconsellers Joaquim Forn y Josep Rull; 10 para el expresidente de la ANC Jordi Sánchez y 9 para el presidente de Òmnium CulturalJordi Cuixart. La petición de la Fiscalía obligaba a que, en el mejor de los casos, el de Cuixart, no pudieran acceder al tercer grado hasta al menos 2024. 

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp