La Generalitat entrega mascarillas caducadas al personal de prisiones

La Generalitat recomienda a los funcionarios de prisiones que no tiren las mascarillas al cabo de 15 días de uso: “todavía pueden hacer su función”

Las personas que hayan pasado dos semanas desde la segunda dosis de la vacuna contra el Covid-19 o la monodosis de Johnson & Johnson pueden ir sin mascarilla

Las personas que hayan pasado dos semanas desde la segunda dosis de la vacuna contra el Covid-19 o la monodosis de Johnson & Johnson pueden ir sin mascarilla

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La Generalitat repartirá mascarillas “caducadas” a los funcionarios de las prisiones catalanas. Así lo reconoce la Secretaria de Medidas Penales, adscrita a la Consejería de Justicia, que en una circular interna ordena que se entregue una notificación por escrito a cada funcionario en la que se precise que “la mascarilla está caducada pero todavía se puede utilizar”.

En la circular difundida este viernes, se informa a los funcionarios de prisiones que la nueva mascarilla, con nivel de protección FFP2, aunque caducada, suple la mascarilla quirúrgica que se les entregó hace días. Se les ruega que no tiren la vieja “si se encuentra en buen estado, pues puede continuar haciendo su función”.

Lo más sorprendente es que en la circular se indica que la “reposición” de la mascarilla quirúrgica que “debía hacerse a los 15 días de uso” queda cubierta por la nueva mascarilla caducada. O sea, se les da una mascarilla cada dos semanas. El gobierno de Quim Torra les racanea el material de protección en plena pandemia de coronavirus.

Junto a las mascarillas FFP2, a los funcionarios de prisiones se les entregará una nota en la que se precisa que todavía se pueden utilizar porque cumplen con los criterios del Ministerio de Sanidad.

Contacto con contagiados

No obstante, la circular advierte que cuando un funcionario deba entrar en la celda de un interno contagiado por covid o que presente síntomas de la enfermedad, “deberá utilizar una mascarilla FFP de un solo uso y, preferentemente, no caducada”. Como mínimo, los funcionarios destinados a la enfermería disponen de mascarillas en condiciones.

Fuentes sindicales penitenciarias señalan que la Generalitat repartirá un lote de 50.000 mascarillas FFP2 que han superado la fecha de caducidad. Se les aconseja que comprueben el estado de las cintas de sujeción y el puente nasal. Si superan el examen, esta mascarilla les servirá hasta la próxima reposición, en dos semanas. Los internos recibirán 11.000 mascarillas de protección genérica.

Estas fuentes recuerdan que en el taller del Centro Penitenciario de Jóvenes, en la Roca del Vallès (Barcelona), se producen 3.000 mascarillas quirúrgicas diarias. Hasta hace poco, una empresa privada colocaba este material en el mercado e, incluso, lo exportaba a Italia. La Generalitat llegó a un acuerdo con la empresa para destinar toda la producción a la sanidad pública catalana.

El sindicato IAC-CATC denuncia que los talleres de las cárceles catalanas en los que trabajan grupos de presos siguen “a pleno rendimiento”. En un comunicado, califican de “irresponsabilidad” que la administración penitenciaria “eleve el riesgo de contagio” por mantener la actividad de los talleres que no se dedican a servicios esenciales. Este sindicato reclama medidas de prevención eficaces y que se restringa el acceso de operadores externos en las cárceles catalanas.

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