Glovo mantendrá a sus repartidores autónomos pese a la ‘Ley Rider’

La empresa ha ideado un nuevo modelo de relación con los trabajadores que, bajo su juicio, se ajusta a la normativa

Un rider de Glovo en Madrid. Foto: EFE/CP

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Glovo ha comunicado que mantendrá a cerca de un 80 % de sus repartidores actuales en España como autónomos pese a la entrada en vigor de la nueva ‘Ley Rider’, que reconoce y refuerza la laboralidad de los repartidores de estas plataformas.

Lo dispuesto en la ley va en línea con la sentencia del Tribunal Supremo de septiembre de 2020 en la que establecía que los repartidores son trabajadores por cuenta ajena y no autónomos, a la que se han sumado otros tribunales, frente a la oposición de las grandes plataformas digitales. 

Sin embargo, para que Glovo pueda serguir operando con repartidores autónomos, la empresa ha ideado un nuevo modelo que , bajo a su juicio, se ajusta más a la normativa.

«Para ajustarnos a la legalidad, hemos creado un modelo inédito de colaboración en el que otorgamos más independencia a los mensajeros autónomos» ha declarado el director general de España y Portugal, Diego Nouet.

Con este nuevo modelo «ya no estarán sometidos a las franjas horarias sino que tendrán libre elección de jornada. Los ‘riders’ también fijarán los precios del servicio, un poder que ahora estaba en manos de las plataformas». El nuevo sistema para ajustarse a la normativa que ha dado a conocer Nouet, entrará en vigor el próximo 12 de octubre.

La compañía ha avanzado este miércoles que este modelo forma parte de una primera fase en la que se incluye la contratación directa como empleados de Glovo de 2.000 repartidores antes de finalizar 2021, lo que equivale a cerca de un 20 % del total, un número que no obstante se prevé «ampliar».

Asimismo, el director general de Glovo ha reconocido que la contratación de los 2.000 repartidores, quienes contarán con salarios y horarios fijos, supondrá un incremento de costes «importante» para la compañía. Sin embargo, Diego Nouet ha asegurado que, de momento, no lo repercutirán en el precio del servicio que paga el consumidor final.

«Supone un coste adicional, pero calcular cuál será su impacto exacto es muy difícil. Durante los próximos meses veremos cómo se comporta la demanda y la oferta. Tenemos que estudiar aún que haremos con eso, porque hay varias alternativas: absorberlas dentro de nuestra cuenta de resultados, subir precios… Aún analizamos qué hacer», ha explicado.

Cabe recalcar que Glovo ha rechazado las otras propuestas que había sobre la mesa, como la subscontratació de los mensajeros a empresas de reparto o cooperativas de autónomos. «El modelo planteaba riesgos de  incurrir en cesión ilegal de trabajadores y al final hemos decidido apostar por la contratación directa. Hemos sido valientes», finaliza Diego Nouet.

Ana Carrasco González

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