El Govern quiere atraer al PSC y a Colau al frente que desafía la sentencia de la inmersión

La Generalitat quiere atar a Salvador Illa a la foto contra el 25% de castellano, pese a que los socialistas abren la puerta a flexibilizar el modelo

Salvador Illa y Pere Aragonès, en diciembre. /EFE

Salvador Illa y Pere Aragonès, en diciembre de 2020. /EFE

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El Govern prepara su gran cumbre el 16 de septiembre, donde busca recabar apoyos para desafiar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que tumba la inmersión lingüística. Una decisión judicial que obliga a que el castellano también tenga espacio en la enseñanza de Cataluña, y contra la que Aragonès quiere poner al PSC y también a los Comunes de Ada Colau.

«Entendemos que si el PSC ha estado siempre en el consenso defendiendo la lengua catalana y el modelo de inmersión lingüística, ahora seguro que continuará estando». Con esta rotundidad, Marta Vilalta dejó claro que su partido no espera otra cosa de Salvador Illa que su suma a la ecuación para defender la inmersión lingüística.

El PSC se abre a participar en la cumbre de Aragonès

Los republicanos insisten en la necesidad de mantener el «consenso» de la inmersión lingüística, que incluye a todos los partidos de la Cámara catalana salvo a Vox, Cs y PP. Y para ello el PSC es imprescindible: sin los 33 diputados de Salvador Illa, la imagen de transversalidad para cerrar filas con este modelo declarado ilegal se rompería. Sería una foto deslucida.

Explicaron desde el Govern a Economía Digital que en caso de ser convocados los partidos a la cumbre del día 16, el PSC debía de estar presente. Aunque los socialistas están dispuestos a participar en la comitiva, no dejan claro todavía si se han desgajado de este gran frente inmersionista o si siguen siendo parte integrante de él.

Tal y como publicó este medio, los socialistas están dispuestos a sentarse en la mesa si les invitaban. “Estaremos en allá donde se defienda el catalán”, explicaron fuentes parlamentarias. La única línea roja que ponen, la que Aragonès y su Govern pretenden saltarse: que se acate la sentencia del 25% de castellano.

Colau pide a los padres del 25% que se paguen un colegio privado

A quienes también quieren en la foto es a Catalunya en Comú, un partido que no ha dudado en cerrar filas con un sistema que excluye al castellano de la enseñanza. En la primera reunión unitaria –que contó con la ausencia del PSC–, el partido de Ada Colau se sentó junto al conseller de Educación, Josep González-Cambray, para escenificar su rechazo al 25%.

La propia Colau arremetió contra el castellano en la escuela. La alcaldesa invitó a los padres que quisieran educación en las dos lenguas oficiales a que se pagaran un colegio privado. «El sistema público debe defender un sistema igual para todo el mundo, que incluye la garantía del pleno dominio de los dos idiomas», explicó la primera edil para defender la inmersión.

Aragonès prevé celebrar esta cumbre “social” por la inmersión lingüística el 16 de diciembre, dos días antes de la manifestación que ha convocado Somescola.cat –la plataforma educativa vinculada a Òmnium Cultural que agitó las calles con la Ley Wert del PP– para impedir que las escuelas de Cataluña den, como mínimo, una asignatura troncal en español.

Los socialistas catalanes buscan una ‘tercera vía’ entre la posición más dura del independentismo y los Comuns, y más beligerante contra la inmersión de Cs y PP. El PSC aspira a construir un nuevo consenso lingüístico, que asuma la sentencia del 25% pero que a la vez insista en que el catalán siga siendo el centro de gravedad de la enseñanza.

Aunque no les será fácil dotar de credibilidad a esa vía, y más cuando en varios ayuntamientos han votado mociones de rechazo a la sentencia y de apoyo al manifiesto vinculado al brazo educativo de Òmnium Cultural. El PSC ha apoyado la inmersión en municipios como El Prat de Llobregat o Cerdanyola del Vallès.

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