La policía desaloja a 25.000 jóvenes en otra noche de fiestas callejeras en Barcelona

El sindicato CSIF carga contra Ada Colau por permitir las fiestas de Sants: "Si eres la alcaldesa de todos, no puedes actuar como la activista de una minoría"

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, pronuncia el pregón de inicio de las tradicionales fiestas de Sants rindiendo homenaje a sanitarios y panaderos, dos sectores claves durante la pandemia, este martes en Barcelona. EFE/Alejandro García

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El cierre de las fiestas del barrio de Sants se ha saldado con la tercera noche consecutiva de botellones masivos en las calles de Barcelona, que han obligado a intervenir a la policía para garantizar que se cumplan las medidas de seguridad contra la pandemia. Los agentes han desalojado a 25.000 personas que habían optado por prolongar la noche en plazas y parques.

Como viene siendo habitual desde mediados de semana, la intervención de los Mossos d’Esquadra y de la Guardia Urbana ha terminado desencadenando los altercados entre los miles de participantes de la fiesta que se negaban a volver a casa. El lanzamiento de objetos, el destrozo de mobiliario y los ataques contra los vehículos policiales se han repetido.

Los agentes no han reportado ningún herido durante los enfrentamientos, aunque una persona ha sido detenida como investigado por daños contra el mobiliario público, según han informado fuentes del sindicato de funcionarios CSIF de la sección de Barcelona.

La celebración de las fiestas callejeras se han repetido desde que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) impidió a la Generalitat mantener el toque de queda en las ciudades más golpeadas por la quinta oleada de contagios. La movilidad nocturna volvió a estar permitida en Barcelona, dando un escenario para prolongar las fiestas vecinales del verano.

A pesar del varapalo judicial, los juzgados sí que han avalado otras medidas como la limitación de las reuniones sociales a un máximo de 10 personas, lo que deja estas concentraciones multitudinarias fuera de la normativa. El uso de la mascarilla también es obligatorio, debido a las dificultades para mantener la distancia social, aunque brilla por su ausencia.

Ante el descontrol provocado en los primeros días de las fiestas de Sants, el conseller del Interior, Joan Ignasi Elena, acordó reforzar el operativo policial con un centenar de agentes más. El despliegue es un 25% mayor que el contingente movilizado para las fiestas del 2019, antes de que comenzara la pandemia de Covid-19.

CSIF carga contra Ada Colau por facilitar la celebración de las fiestas

Los altercados se han producido cada noche al finalizar el programa oficial de las fiestas, que han sido diseñadas para albergar a un máximo de 3.000 personas en grandes espacios. Todos los eventos concluyen como tarde a las 4 de la madrugada, momento en el que se han repetido los enfrentamientos con la policía.

El sindicato de funcionarios CSIF ha cargado con fuerza contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por haber facilitado la celebración de las fiestas a pesar de los riesgos que entraña para los agentes desplegados con motivo de la pandemia. «Si eres la alcaldesa de todos, no puedes actuar como la activista de una minoría», han resaltado en un comunicado.

«No se pueden permitir los ataques a policías como parte de la fiesta»

Los representantes sindicales han apuntado que permitir las fiestas vecinales este verano es una «temeridad» y que responde al deseo exclusivo de una minoría de la ciudadanía. «Esta realidad se produce al amparo de políticas permisivas fruto de dirigentes que no quieren o no saben actuar», han zanjado.

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