La violencia vuelve a Barcelona: disturbios, saqueos y ataques a la policía

La capital catalana protagoniza la novena jornada de disturbios por las protestas tras el encarcelamiento de Pablo Hasél que se han saldado con 14 detenidos

Los manifestantes atacan la comisaría de La Rambla con cócteles molotov durante la marcha para pedir la libertad de Pablo Hasel, hoy sábado en Barcelona. EFE/Alejandro García

Los manifestantes atacan la comisaría de La Rambla con cócteles molotov durante la marcha para pedir la libertad de Pablo Hasel, hoy sábado en Barcelona. EFE/Alejandro García

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Tras unos días de tregua, los altercados violentos han regresado a Barcelona. La capital catalana ha sido escenario esta noche por novena vez de los disturbios que han desencadenado las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. El saqueo de tiendas, la quema de oficinas bancarias o los ataques contra los cuerpos de policía se han reproducido por distintos puntos de la ciudad.

Los enfrentamientos entre grupos radicales y agentes se han saldado con un balance de 14 detenidos y 6 heridos, aunque esta madrugada se han sucedido algunas de las escenas de violencia más fuertes desde que comenzaron la protesta. El momento más duro ha ocurrido cuando un manifestante ha prendido fuego al exterior de una furgoneta de la Guardia Urbana, forzando a su conductor a abandonar el vehículo por la puerta del acompañante.

Los grupos violentos han vuelto a arremeter contra los comercios distribuidos por el centro de Barcelona e incluso han atacado algunos edificios emblemáticos de la ciudad. El Decathlon ubicado en la calle Canuda o el Zara de plaza Catalunya han sido algunos de los afectados por los saqueos.

Grupos radicales queman un cajero automático tras las protestas de este sábado por el encarcelamiento de Pablo Hasél. EFE

También se ha producido un incendio en uno de los edificios históricos de la capital catalana: La Casa de los Paraguas, ubicada en la Rambla de Barcelona. El Hotel NH también ha sufrido las consecuencias de los altercados, después de que un grupo de personas haya rociado su fachada con un líquido inflamable y la haya hecho arder.

A una noche marcada por el lanzamiento de objetos incendiarios, se suma la habitual lista de ataques de los grupos radicales: lanzamiento de petardos, formación de barricadas con contenedores, el destrozo del mobiliario público o el apedreamiento de cajeros y oficinas bancarias.

La manifestación pacífica ha concentrado a 4.000 personas

Como es habitual, los incidentes violentos se han producido minutos después de que terminase la manifestación oficial que ha transcurrido de forma pacífica y a la que han asistido cerca de 4.000 personas, según el recuento realizado por la Guardia Urbana.

Los manifestantes atacan la comisaría de La Rambla con cócteles molotov durante la marcha para pedir la libertad de Pablo Hasel este sábado en Barcelona. EFE/Alejandro García

Los manifestantes han acudido a la llamada realizada por diferentes fuerzas, entre ellas los grupos CDR o la CUP. En esta ocasión, la protesta no solo se centraba en la petición de libertad para Hasél, condenado por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona.

La regulación de los precios del alquiler, la derogación de la ley mordaza, los cambios en los protocolos de actuación de los Mossos e incluso la excarcelación de los líderes del ‘procés‘ han formado también parte de la convocatoria.

La manifestación ha transcurrido de forma pacífica desde la Plaza Universitat hasta la Rambla. Ha sido al concluir la marcha, cuando varios grupos de radicales se han dispersados por diferentes puntos del centro de la ciudad y han dado rienda suelta a los altercados.

La Generalitat condena la violencia de las protestas

Los disturbios violentos de este sábado han desencadenado una oleada de mensajes de condena por parte de la clase política. El Gobierno de España, la Generalitat o el Ayuntamiento de Barcelona se han alineado para mostrar su rechazo contra los altercados protagonizados por los grupos radicales en las calles.

En un conflicto marcado por las conversaciones políticas para formar gobierno en Cataluña, el presidente en funciones y cabeza de lista de Esquerra, Pere Aragonés, ha mandado un mensaje contundente en sus redes sociales. «Siempre al lado del ejercicio de los derechos y las libertades de manera pacífica, jamás de los actos vandálicos de violencia«, ha expresado en su cuenta oficial de Twitter, en la que ha lamentado los saqueos y los ataques a los funcionarios públicos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, han sido otros de los que han secundado esta condena a través de sus redes. También lo han hecho miembros de la oposición como el líder del Partido Popular, Pablo Casado, o la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

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