Laura Borràs reclama dimisiones por el espionaje a independentistas

La líder parlamentaria ha pedido la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles

Laura Borràs, presidenta del Parlament de Catalunya.

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La presidenta del Parlament de Catalunya, Laura Borràs, ha pedido este sábado ir «más allá de las explicaciones» y ha reclamado dimisiones por el supuesto caso de espionaje político a más de 60 líderes independentistas a través del software Pegasus, una herramienta contratada para el espionaje de gobiernos.

Entre los políticos espiados se encuentran el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y los expresidentes Artur Mas y Quim Torra, así como el entorno del expresident Carles Puigdemont y la propia Borràs, entre otros.

«Hay gente que pide explicaciones, creo que hay que ir más allá, después de explicaciones tiene que haber consecuencias, y estas consecuencias políticamente se llaman dimisiones», ha afirmado este sábado en declaraciones a la prensa.

El pasado miércoles la líder del parlamento ya pidió la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Respecto a la mesa de diálogo del Gobierno central con el catalán, Borràs piensa que nació «muerta y ahora está enterrada desde esta perspectiva». Por ello, insta a ERC a recuperar la unidad estratégica independentista.

«Ninguna de estas acciones puede quedar impune»

Laura Borràs, presidenta del Parlament de Catalunya

La Junta de Portavoces del Parlament ha aprobado una declaración de ERC, JxCat, CUP y los comunes en la que condena el espionaje a líderes independentistas y exige al Gobierno que lo investigue y que «asuma las responsabilidades». No obstante, la declaración no ha contado con el apoyo del PSC-Units ni del resto de grupos.

Según el texto, entre los afectados por el caso están, además de Borràs, los actuales diputados de ERC Josep Maria Jové y Meritxell Serret, además de Albert Batet, Josep Rius, Elsa Artadi, Quim Jubert y Jaume Alonso-Cuevillas de JxCat y de Carles Riera, de la CUP.

Desde el Parlament se han comprometido a «proteger y preservar» los derechos de las víctimas del espionaje «a través de personarse en las causas que se abran a raíz de las denuncias de las víctimas», entre otras medidas. Al mismo tiempo que piden al Estado medidas urgentes para erradicar el «espionaje político antidemocrático».

Batalla legal individual

«Ninguna de estas acciones puede quedar impune», dijo Borràs, asegurando que individualmente también emprenderá «la batalla legal» para que el caso tenga, al menos, «consecuencias reputacionales» para el Estado. La política catalana sospecha que recibió un primer ataque de Pegasus para acceder a su teléfono en 2018 y que también intentaron espiarla en 2019.

‘Caso Pegasus’

The New Yorker ha destapado un caso de supuesto espionaje más de 60 dirigentes independentistas a través de sus dispositivos móviles mediante el software Pegasus, una herramienta contratada para el espionaje de gobiernos.

A raíz de esto, el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, pidió explicaciones al Gobierno central, al mismo tiempo que admitió que la confianza entre ambos gobiernos está «muy dañada» y que «será muy difícil» seguir confiando en Sánchez si no impulsa una investigación interna independiente y asume las responsabilidades necesarias. «Este caso de espionaje y la forma como la afronte el Gobierno puede tener consecuencias políticas», aseguró el pasado miércoles.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, guarda un profundo silencio sobre el caso, según la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, por una agenda apretada, solo ha trasladado al republicano catalán su «voluntad de reconducir la situación», algo que Aragonès espera que se traduzca en hechos.

La vicepresidenta ha reclamado «absoluta transparencia» en este caso, recalcando que «tenemos derecho a conocer qué ha pasado». No obstante, ha explicado que prefiere ser «prudente» y esperar a las explicaciones de la Ministra de Defensa, Margarita Robles, para no precipitarse y «tomarse todas las acciones que sean menester».

Así las cosas, también ha reconocido no estar tranquila cuando habla por teléfono por temor a ser espiada. «Sí, lo digo francamente, sí», ha respondido ante la pregunta en una entrevista en Catalunya Ràdio.

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