Yolanda Díaz teme ser espiada por teléfono tras el ‘caso Pegasus’

El pasado lunes se destapó un caso de supuesto espionaje a más de 60 dirigentes independentistas través de sus dispositivos móviles

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el Congreso de los Diputados el día de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado / EFE

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el Congreso de los Diputados el día de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado / EFE

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La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha advertido este sábado de que el espionaje denunciado por más de 60 dirigentes independentistas «no es soportable en una sociedad democrática» y ha reconocido que teme que la puedan espiar cuando habla por teléfono.

«Los hechos que conocemos son muy graves. No son soportables en una sociedad democrática como es la nuestra», ha sentenciado en una entrevista para Catalunya Ràdio.

Díaz ha reconocido no estar tranquila cuando habla por teléfono por temor a ser espiada. «Sí, lo digo francamente, sí», ha respondido ante la pregunta del periodista.

La vicepresidenta ha reclamado «absoluta transparencia» en este caso, recalcando que «tenemos derecho a conocer qué ha pasado». No obstante, ha explicado que prefiere ser «prudente» y esperar a las explicaciones de la Ministra de Defensa, Margarita Robles, para no precipitarse y «tomarse todas las acciones que sean menester».

«Estoy en contacto permanente con él»

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y Ministra de Trabajo y Economía Social

El silencio de Sánchez

Preguntada sobre el silencio del Ejecutivo sobre el caso de espionaje que ha revolucionado la política en el país esta semana, ha asegurado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «está teniendo agendas intensas» por su viaje a Kiev (Ucrania) y las medidas en relación con la respuesta a la guerra en Ucrania.

«Estoy en contacto permanente con él», ha asegurado Díaz, que, ante las advertencias lanzadas por el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, sobre el riesgo de que la estabilidad de la legislatura se vea afectada por el caso de espionaje, ha vuelto a insistir en que «más que nunca, ahora mismo, es necesario dialogar».

Por su parte, Sánchez trasladó al republicano catalán su «voluntad de reconducir la situación», algo que Aragonès espera que se traduzca en hechos.

En la misma entrevista, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha considerado «un escándalo que se pretenda normalizar que pueda haber escuchas a responsables políticos o a ciudadanos sin su permiso, ni autorización, ni conocimiento».

«Una democracia fuerte no tiene ningún miedo a investigar, a ser transparente, a dar todas las explicaciones hasta el final», ha subrayado.

‘Caso Pegasus’

El pasado lunes se destapó un caso de supuesto espionaje a más de 60 dirigentes independentistas a través de sus dispositivos móviles mediante el software Pegasus, una herramienta contratada para el espionaje de gobiernos.

El presidente catalán, que ha pedido explicaciones al Gobierno central, ha admitido que la confianza entre ambos gobiernos está «muy dañada» y que «será muy difícil» seguir confiando en Sánchez si no impulsa una investigación interna independiente y asume las responsabilidades necesarias. «Este caso de espionaje y la forma como la afronte el Gobierno puede tener consecuencias políticas», aseguró el pasado miércoles.

Así las cosas, un conjunto de partidos del arco parlamentario del Congreso de los Diputados han exigido la comparecencia en la cámara de Sánchez, y distintos cargos para dar explicaciones respecto el supuesto espionaje. Concretamente, han formalizado la petición: ERC, EH Bildu, JxCAT, PDeCAT, la CUP, BNG, Más País y Compromís. Sin embargo, en esta ocasión las comparecencias no han estado suscritas por Unidas Podemos, el socio minoritario del Gobierno, ni por el PNV, que sí solicitaron la creación de una comisión de investigación en el Congreso por este asunto junto a las formaciones independentistas.

Aragonés señala al CNI

Además, Aragonés señaló el pasado miércoles al CNI como autor del presunto espionaje por las informaciones que aseguran que el CNI adquirió el Pegasus por 6 millones de euros, algo que nadie ha podido confirmar porque se estaría incumpliendo la ley.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, que ha asegurado la máxima colaboración del Gobierno con la Justicia en este asunto, recordó que el CNI también tiene «limitaciones» por ley y todo lo referente a él es secreto. En este sentido, explicó en una entrevista para Efe que es «fácil» imputarle cualquier caso al sistema de inteligencia, ya que en muchas ocasiones «no se puede defender».

La titular de Defensa garantizó la máxima colaboración del Gobierno con la Justicia en este asunto, cuestionando cómo puede ser que en un estado de derecho se puedan hacer imputaciones sin pruebas a un organismo que tiene limitaciones por ley y hacia el Ejecutivo, quien siempre ha apostado por la vía política y de diálogo en Cataluña.

En esta línea, la portavoz del Gobierno y Ministra de política territorial, Isabel Rodríguez, defendió el pasado martes que «El Gobierno no tiene nada que ocultar» en este caso, argumentando que España es un «estado democrático» que no permitiría algo así.

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