Mas abre el debate independentista

La manifestación soberanista bloquea Barcelona y desborda a los dirigentes catalanes

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Las dudas se han desvanecido. Si es que había alguna. La manifestación organizada por la Assemblea Nacional de Catalunya, (ANC), que ha jugado a propósito o por casualidad con las mismas siglas del Congreso Nacional Africano (ANC), que liderara Nelson Mandela en Sudáfrica, ha sido una expresión del apogeo del movimiento independentista.

Senyeres, sí, pero principalmente estelades, la insignia independentista, han presidido las calles de Barcelona, una ciudad bloqueada por completo, que recibía desde primera hora de la tarde multitud de autocares que llegaban desde todas las comarcas catalanas por la Diagonal.

Según la organización, hasta dos millones de catalanes han secundado el lema Catalunya, un nou estat d’Europa. La Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra la cifran en un millón y medio. Los manifestantes prosiguen su marcha y muchos siguen bajando Via Laietana.

En todo caso, se trata de las mayores movilizaciones ciudadanas, comparables con la manifestación contra la Guerra en Irak, o por el asesinato de Ernest Lluch.

Perfil festivo

La manifestación, pacífica, con un cierto perfil festivo, con el deseo de demostrar que Catalunya quiere mirar sólo al futuro y establecer relaciones con los países europeos para ser, algún día, un nuevo estado, abre un debate de una forma clara y contundente. La independencia de Catalunya está sobre la mesa, con todas sus consecuencias.

La oleada de ciudadanos ha llevado al propio Josep Antoni Duran Lleida, que iba en silla de ruedas después de ser operado recientemente de menisco, a reconocer que se ha sumado a última hora a la manifestación ante una situación que ha “desbordado” a la clase política.

Clamor contundente

El propio president de la Generalitat, Artur Mas, ha abierto el debate, al asegurar que se hacía suyo el clamor de la movilización, aunque no estuviera presente, y condicionando el apoyo de su Govern a un proceso de independencia al posible acuerdo fiscal con el Gobierno de Mariano Rajoy.

La mayoría de consellers de la Generalitat han estado presentes, salvo la titular de Justicia, y el conseller de Interior, Felip Puig, encargado del dispositivo de seguridad.

No ha asistido, en cambio, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, aunque sí algunos representantes socialistas.
I el clamor ha sido, realmente, contundente: Independència.

La ANC ha dejado claro, en sus parlamentos, que mantendrá su compromiso de conseguir para Catalunya un nuevo estado, y que se «secesione de España».

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