Pedro Sánchez: «Lo digo alto y claro, ¡viva el 8M!»

El presidente sale en defensa de Irene Montero un día después de filtrarse el vídeo en el que la ministra admite el riesgo del coronavirus después del 8M

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En medio de un discurso en el que hacía un llamamiento a evitar la crispación política, Pedro Sánchez ha salido en defensa de Irene Montero, tras filtrarse un vídeo del día después de la manifestación feminista del 8M en el que la ministra de Igualdad reconocía el riesgo del coronavirus. «El país que necesitamos es el de la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres, y yo lo digo alto y claro: ¡viva el 8 de marzo!», ha exclamado el presidente del Gobierno este miércoles en el Congreso.

La declaración la ha hecho también en un momento en que las manifestaciones del 8M están siendo investigadas en Madrid, en un caso en el que está imputado el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco.

Este proceso judicial ha estado totalmente marcado por la polémica, máxime cuando el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlasa, ha acometido ceses en la Guardia Civil presuntamente vinculados ante la negativa de ciertos mandos a informar sobre el proceso de la investigación.

Sánchez ha defendido el 8M durante su primera intervención en el debate de la sexta prórroga del estado de alarma, que previsiblemente será autorizada por el Congreso de los Diputados tras asegurarse el Ejecutivo los apoyos de Ciudadanos, el PNV y Esquerra Republicana. Sánchez ha defendido, como ha hecho en los pasados plenos, que el estado de alarma ha sido una figura esencial para detener la pandemia y que su continuidad hasta el 21 de junio será necesaria para mantenerse alerta ante un rebrote.

También ha hablado sobre Europa y los retos que el bloque afronta una vez que empieza a moderarse la emergencia sanitaria. Pero el grueso de su discurso de este miércoles ha sido sobre la crispación política de las últimas semanas y sus intenciones de desligarse de la misma no atendiendo más a insultos y descalificaciones de la oposición. «No al insulto. Nuestros padres no se sacrificaron para esto. Demonstremos que servimos para algo más que llenar titulares de crispación e insultos», ha manifestado.

Sánchez pide «altura parlamentaria»

Sánchez ha afirmado que llegó a la Moncloa para «trabajar por la convivencia y para impulsar un crecimiento sostenible e inclusivo, y estos objetivos se han hecho más ineludibles en esta emergencia sanitaria». Y ha explicado que, a su juicio, es necesario un país de «concordia», con políticos «útiles», «igualitario», «sostenible», «en convivencia», «con justicia social» y «pensiones dignas». «El país que queremos es el del ingreso mínimo vital» y «el de la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres», ha añadido.

El líder del Ejecutivo ha finalizado su discurso admitiendo que no aspira al «acuerdo total» con todas las fuerzas políticas. «Nos gustaría pero no es posible». En ese sentido, ha instado a la oposición a mostrar «sus discrepancias con el Gobierno», pero «con altura parlamentaria, sin descalificaciones ni insultos. «Seamos constructivos», ha insistido, avisando que no pensaba usar su tiempo de réplica «para responder insultos» ni para deslegitimar a «mis adversarios», y apostando por la política del «entendimiento».

Un discurso anti-crispación que, además, ha tenido lugar un día después de que la presidenta del Congreso, Merixtell Batet, hiciera una ronda de contactos con los portavoces de todos los grupos parlamentarios para rebajar la tensión en la Cámara después de los encontronazos entre la diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, y Pablo Iglesias, y también entre el vicepresidente segundo del Gobierno y el parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros.

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