Inédita perversión de Armengol del Congreso, que pone a disposición de Sánchez y su agenda

Preocupante discurso de Armengol, más como una ministra de Sánchez que como presidenta del Congreso: ataca "el ruido" contra la "mayoría legítima" de Sánchez y su amnistía y pide que sigan subiendo "los salarios y las pensiones"

La presidenta del Congreso de los Diputados Francina Armengol interviene en la solemne apertura de la XV Legislatura. EFE/ Chema Moya

La presidenta del Congreso de los Diputados Francina Armengol interviene en la solemne apertura de la XV Legislatura. EFE/ Chema Moya

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La intervención de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, en la Solemne sesión de apertura de las Cortes, ha supuesto una inédita perversión de la presidencia de la Cámara Baja en favor del Gobierno de Pedro Sánchez y de su agenda reformista, rompiendo desde el minuto uno el principio de imparcialidad de la Mesa y abandonando su posición como árbitro entre los partidos polítcos. La oposición ha criticado duramente la sesgada intervención de la expresidenta socialista balear.

La intervención de Francina Armengol ha supuesto una posicionamiento de parte en favor del proyecto de Gobierno de Pedro Sánchez: «La decisión de esta mayoría parlamentaria es legítima y emana de la voluntad de los ciudadanos ejercida el 23 de julio«, ha disparado nada más empezar Francina Armengol. Una preocupante defensa de la mayoría parlamentaria de Sánchez y de su principal acuerdo: la ley de amnistía, que todavía se encuentra en fase de tramitación, y que ha servido para que Sánchez tuviera los votos necesarios para ser investido.

Armengol acusa a la oposición de hacer «ruido»

Posteriormente, ha tomado parte del argumentario del Gobierno para señalar que «distorsionar la realidad o cuestionar importantes valores democráticos, desde la opacidad de la disputa, solo va a aumentar la desafección de la sociedad hacia las instituciones», ha indicado Francina Armengol, en una intervención que se ha percibido como clara advertencia contra la oposición, afeando «la crispación, la polarización y el ruido»

Con esta sorprendente intervención, Francina Armengol ha convertido la Mesa del Congreso en una instrumento a favor del Gobierno y enseñando cuál va a ser el papel de la cabeza del poder legislativo: asegurar que la agenda del Gobierno y sus alianza sigue adelante y frenando «el ruido» de la oposición.

Armengol marca la agenda legislativa: subir salarios y pensiones

Por si fuera poco, Armengol se ha atrevido a señalar cuál debe ser la agenda reformista de esta legislatura: «Debemos seguir trabajando por la eliminación de las desigualdades y la justa redistribución de la riqueza, dando más cobertura a los colectivos más desprotegidos, ampliando derechos, aumentando pensiones y salarios».

Más que la presidenta del Congreso, Francina Armengol se posiciona como una ministra más del Gobierno. Resulta alarmante que una figura institucional como ella se permita indicar a todos los parlamentarios si los salarios o las pensiones deben subir o no. Si alguno de los diputados está en contra quizás de más subidas y defiende restricciones o limitaciones, debe saber que tiene a la Presidencia del Congreso en contra.

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