Profesores temen que la UB se someta al «pensamiento único» del independentismo

Críticos con la candidatura de Joan Guàrdia, el apadrinado por Elisenda Paluzie (ANC), sospechan de una "instrumentalización total" de la universidad

Imagen de archivo del edificio histórico de la Universitat de Barcelona, durante su ocupación en septiembre y octubre de 2017, en plena efervescencia del procés independentista / Universitats per la República (Twitter)

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Las elecciones al rectorado de la Universitat de Barcelona han tomado una trascendencia que va más allá del tema educativo. La victoria del candidato apadrinado por la presidenta de la ANC, el profesor de psicología Joan Guàrdia, –que en la primera vuelta sacó un 49,65% de los votos– genera preocupación en sus detractores, que temen que la institución se someta al «pensamiento único» favorable al proceso independentista

Fuentes críticas con la candidatura de Guàrdia en la UB consultadas por Economía Digital han explicado que temen que si la lista independentista gana la segunda vuelta –prevista para el 17 y 18 de diciembre– se pueda imponer un «pensamiento único en la universidad»: «El problema básico es el de someterse al dictado de una entidad política y de unas ideas muy concretas».

«Hay miedo a una instrumentalización total»

«Hay miedo a una instrumentalización total», explican las citadas fuentes. Los críticos en la universidad con la candidatura que ganó la primera vuelta recuerdan que la universidad debe ser un espacio plural de ideas, y que cualquier rector debe mantener la autonomía de la institución frente al poder político. 

Mucho más comedido ha sido el catedrático de filosofía del derecho de la UB, Ricardo Manrique, que ha asegurado que el tono de la candidatura de Guàrdia es «bastante vago», aunque advierte del «desprestigio» que supondría la pérdida de la neutralidad: «Alinear todavía más a la universidad con una causa partidista, eso es lo que creemos que no debe ser porque se debe preservar como institución pública, al margen de credos partidistas». 

El profesor, miembro de Universitaris per la Convivència, explica a título personal que la universidad debe ser un espacio donde se puedan abordar debates sociales, pero desde distintos puntos de vista y siempre desde el respeto a la pluralidad. Manrique se muestra cauto en caso de que Guàrdia ganara, ya que, a su juicio, la candidatura no se ha mostrado explícitamente independentista pese declaraciones ambiguas de intenciones y miembros significados.

Joan Elías consigue el apoyo del candidato eliminado a rector

La Universitat de Barcelona ya se había posicionado en algunas cuestiones a favor del independentismo, aunque el temor de esos círculos es que esa situación se extreme. El actual rectorado, encabezado por el candidato Joan Elíasfue condenado por un manifiesto contra la sentencia del 1-O, puesto que la justicia consideró que se había vulnerado la libertad ideológica. 

Pese a romper la neutralidad a favor de los condenados por sedición, el actual rector ha conseguido unir al conjunto del constitucionalismo y a otros sectores moderados de la universidad. Incluso el tercer candidato, el profesor de derecho David Vallespín, –que quedó eliminado de la primera vuelta– pidió públicamente el voto por Elías. 

«Ante el escenario de la segunda vuelta y en función de un análisis objetivo tanto de los programas electorales como de sus posicionamientos ante la autonomía universitaria, entendemos que, ahora, el mejor proyecto para la UB lo representa la candidatura encabezada por Joan Elías«, explicó por Twitter. 

El papel de la ANC en las elecciones al rectorado

La catedrática de Economía de la UB y presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, mostró su apoyo inequívoco a Joan Guàrdia. A través de Twitter, la líder independentista felicitó al rectorable favorito del secesionismo por «ganar la primera vuelta de las elecciones al rectorado»: «¡Ahora a ganar la segunda vuelta el próximo viernes 18 de diciembre!». 

Pese a su apoyo formal a Guàrdia, Paluzie ha tratado de desvincular a la asociación que preside de las elecciones de la UB, al tildar de «mentiras» las vinculaciones de la ANC con la candidatura de Joan Guàrdia y asegurar que su apoyo es a título personal: «La Asamblea no ha hecho campaña por ningún candidato, como se puede ver siguiendo sus cuentas corporativas». 

El actual rector y candidato a la reelección aprovechó el tuit de la presidenta de la ANC para poner en duda la imparcialidad de Guàrdia. «Muy preocupados por este tuit y su trasfondo. Como ya hemos demostrado, defendemos una universidad pública, catalana, libre de hipotecas e integradora. No queremos una UB partidista y sectaria. Ahora más que nunca: ¡Primero, la UB!».

Pese a que Paluzie ha desmarcado a la ANC del proceso, lo cierto es que otras personalidades de la entidad han celebrado la victoria de Guàrdia. Por ejemplo, el Coordinador de Comunicación de la entidad secesionista, Adrià Alsina, sin vinculación con la UB ya que desarrolla su actividad docente en la UVIC: «¡Muy buena noticia que se tendrá que terminar de rematar con la segunda vuelta!». 

La situación del catalán: ¿Impulso o imposición? 

El papel de la lengua catalana, que ya es la única a nivel administrativo y formal en el centro, también preocupa a los críticos con Guàrdia. «Dicen que quieren mejorar la situación del catalán, pero yo ya no sé que pueden hacer para mejorarla porque todo está en catalán: lo institucional, lo burocrático». Solo quedan las clases, donde ahora es el profesor quien decide la lengua a partir de la libertad de cátedra. 

«Plantear ahora la cuestión lingüística cuando todo funciona sin ningún problema te hace pensar que vamos a tener un problema», lamenta Manrique. El catedrático remarca que las clases se dan en una lengua u otra –e incluso se alternan– de forma natural, consecuencia del bilingüismo real de la sociedad catalana sin que eso genere mayores problemas en la comunidad educativa. 

Guàrdia critica «filtraciones tergiversadas» y ‘fake news’ 

Por su parte, la candidatura de Joan Guàrdia denuncia juego sucio en las elecciones al rectorado. «Desde el mismo viernes por la noche», reciben «falsos mensajes, filtraciones tergiversadas, anónimos, memes, tuits con contenidos faltos de ética, stories de Instagram con falsedades, contenidos racistas y homófobos». 

Según un comunicado oficial, se trataría de «un ataque constante y sistemático a la honorabilidad y la honestidad de las personas que conforman la candidatura, sin pruebas, sin argumentos, con ataques directos e insultantes, sin ningún escrúpulo ni un mínimo respeto hacia las personas».

Ante los ataques denunciados, el equipo de Joan Guàrdia amenaza con denuncias: «No vamos a caer en el juego sucio de las falsas noticias y la manipulación indigna de mensajes, ni mucho menos en las descalificaciones personales». «Mantendremos una campaña en positivo, sin perjuicio de las acciones legales que podamos llevar a cabo con posterioridad», concluye.

Sergi Ill

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