Quim Torra prepara una subida fiscal para atraer a Ada Colau

La Generalitat prepara una propuesta alternativa a la subida del IRPF que proponen los comunes, y que podría pasar por aumentar el impuesto de sucesiones

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Da igual que el Pdecat advirtiera el lunes que una subida de impuestos es una línea para ellos tan roja como renunciar a la implementación de la república catalana. El gobierno de Quim Torra afronta este jueves el inicio de la negociación presupuestaria con Catalunya en Comú Podem asumiendo que le tocará afrontar una reforma fiscal si quiere contar con los votos de los de Ada Colau para aprobar las cuentas de la Generalitat.

Otra cosa es si esos retoques acabarán afectando al IRPF del 2% de catalanes con ingresos superiores a los 90.000 euros, un segmento cuya carga impositiva en Cataluña está por debajo de la media española. Los comunes plantean elevar el tipo del 21.5 al 23,5% para las rentas de entre 90.000 y 120.000 euros, y que a partir de esta cantidad se aplique el 25,5% que ahora se carga solo a partir de los 175.000 euros.

Pero en el ejecutivo de Torra se intentará convencer a CECP de que hay otras herramientas fiscales más útiles, según fuentes de la Generalitat. Entre otras cosas, porque una reforma del IRPF no repercutiría todavía en los ingresos del año que viene. En cambio, sí que lo haría, por ejemplo, una subida del impuesto de sucesiones y donaciones, una figura impositiva que ERC ya planteó retocar la pasada legislatura, y que podría salvar las mucho mayores reticencias del Pdecat a un aumento del impuesto sobre la renta.

El impuesto de sucesiones, la palanca

La semana pasada, Junts per Catalunya (JpC) y ERC votaron en el Parlament en contra de una propuesta del PSC para reformar el impuesto de sucesiones y donaciones planteada por el PSC para aumentar la recaudación en 300 millones anuales, pero ahora mismo, en el gobierno catalán ya nadie descarta ese retoque si es necesario para salvar las cuentas de 2019.

El martes, por boca de la consellera portavoz, Elsa Artadi, el govern anunció para este jueves la primera reunión con los comunes y también su predisposición a afrontar una reforma fiscal. «Nosotros no la hemos puesto sobre la mesa, pero eso no significa que no estemos dispuestos a estudiarla», dijo Artadi.

Fiscalidad verde y lucha contra el fraude

El ejecutivo no incluirá, por tanto, una subida impositiva en su primera propuesta, pero ya trabaja en un paquete fiscal para convencer a los comunes en el que, además de que eventualmente acabe entrando el impuesto de sucesiones, también se incluirán dos aspectos de los que los socios del govern Torra sí se mostraron partidarios a la hora de votar las propuestas fiscales planteadas por los socialistas en el Parlament. El primero es un modelo de fiscalidad verde para fomentar la eficiencia energética y la apuesta medioambiental, y el segundo, medidas para combatir el fraude fiscal.

Un aumento de la eficacia en la lucha contra el fraude es, precisamente, una de las tres fuentes de ingresos con las que los comunes cuentan que se podrían financiar los más de 1.900 millones de inversión social adicional que plantean incorporar a los presupuestos, junto con la subida del IRPF y la inyección que supondrían para Cataluña, si se aprobaran, los Presupuestos Generales del Estado.

 

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