Ribó reconoce el “error” de aceptar regalos de un empresario del 3%

Cs denunciará al síndic de greuges, Rafael Ribó, por no declarar un regaló de 5.000 euros, que es lo que costó su viaje para ver la final de Champions

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El síndic de greuges (defensor del pueblo) de Cataluña, Rafael Ribó, se limitó a reconocer este lunes que fue un “error y un exceso de confianza” aceptar que le regalasen un vuelo en un jet privado. Este vuelo lo llevó e 2015 a Berlín para presenciar la final de Champions entre el Barça y la Juventus.

En una comparecencia en comisión en el parlamento catalán, Ribó ni siquiera pidió perdón por aquellos hechos tal como le reclamaron algunos grupos políticos. Aquel viaje a Berlín, que realizó en compañía de su hija, tenía un valor de cerca de 5.000 euros. Fue contratado por Jordi Soler, propietario de Grupo Soler, una de las empresas investigadas en el caso del 3% sobre la supuesta financiación ilegal de Convergència.

Ciudadanos denunciará al síndic de greuges ante la Oficina Antifraude de Cataluña por la aceptación de este regalo. El portavoz del grupo parlamentario, Carles Carrizosa, le preguntó su declaró el obsequio. No obtuvo respuesta.

La contratación de aquel vuelo a la compañía Air Charter Service Spain costó cerca de 40.000 euros, que equivalen a 2.666 euros por cada uno de los quince viajeros. Entre ellos también estaba Josep Antoni Rosell, ex director general de Infraestructuras de la Generalitat, detenido aquel mismo año por las tramas del 3%; y Francesca Guardiola, actual delegada de la Generalitat en los países nórdicos y hermana del entrenador Pep Guardiola.

Ribó señaló que acudió al viaje por invitación de Ramon Camp, exdiputado convergente y actual pareja de Francesca Guardiola.

A excepción de los partidos que apoyan al gobierno de la Generalitat, el resto reprobaron el comportamiento de Ribó por aceptar un regalo como este. Ciudadanos y PP pidieron su dimisión.

Carrizosa le llamó de “síndic del procés”. Le recriminó que acudiera al pleno para hablar de las consecuencias de la aplicación del artículo 155 o sobre el referéndum de independencia, pero que, cuando se trataba de su comportamiento como cargo público, se abordara en una simple comisión.

“El Houdini d la política española”

Con ironía, Carrizosa aseguró que admiraba el ejercicio de “escapismo” que realizó este lunes en el parlamento catalán: “es el Houdini de la política española”.

La diputada popular Esperanza García comparó el regaló de Ribó con los que recibió el condenado Félix Millet, expresidente del Palau de la Música. Le censuró que diga que no conoce a la persona que pagó el viaje.

La socialista Marta Moreta le reprobó por aceptar “un regalo en beneficio propio”, por incumplir el código de conducta y “degradar la institución que preside”. Le recordó que, en el caso de los diputados, estos no pueden aceptar obsequios por un valor superior a los 150 euros.

Ribó también recogió las críticas de Catalunya en Comú y la CUP, aunque fueron más tíbias. Marc Parés, de los comuns, explicó que él también presenció aquella final de Champions, porque tuvo acceso a una de las entradas que se sortearon entre los socios del Barça, que pagó de su bolsillo. Le reclamó que pidiera disculpas.

Carles Riera, de la CUP, indicó que no veían corrupción en su proceder, pero sí “imprudencia”, “exceso de confianza”, “acomodación”. Le recordó que los cargos públicos no deben tener privilegios diferentes a los de los ciudadanos de a pie.

Ribó no dimitirá. Pese a que tiene el mandato caducado, recordó que el nombramiento de su sucesor compete a los grupos políticos. Estos no se poden de acuerdo porqué el candidato requiere una mayoría de dos tercios del parlamento.

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