Sánchez entierra la reforma de malversación

El caos generado por la ley del 'sólo sí es sí' aplaza esta nueva acometida al Código Penal y ERC ya admite que no lo luchará

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. EFE

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A horas de que el Congreso de los Diputados tome en consideración la proposición de ley que acabará reformando el delito de sedición en nuestro país, la esperada cara B de este retoque del Código Penal parece que, finalmente y tras muchas idas y venidas, no se consumará. La modificación de la figura de malversación, objeto de deseo de Esquerra Republicana de Cataluña y moneda de cambio que estudiaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya no será: todo apunta a que la dejarán morir antes de que nazca formalmente.

Fuentes de Moncloa niegan que vaya a producirse ese cambio, algo que estaba aún en el aire en los últimos días. Pero este martes en el Senado en su cara a cara con el líder de la oposición las posturas quedaron nítidas: Sánchez eludió contestar al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre este asunto y sus ministros salieron a negarlo. Ya no sólo malversación, sino que «rebelión tampoco se toca», adujo la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Lo cierto es que ya hasta los propios miembros de ERC admiten que es una batalla perdida. Delante de los micrófonos, recuerdan que seguirán intentándolo, pese a las «dificultades», para que el Código Penal «nunca más sea utilizado como un castigo ideológico», pero fuentes republicanas insisten en que «si no se puede, pues nada».

Tiene difícil encaje, dado que es fácil que se cuelen condenados por corrupción. Y todo ello sumado al caos generado por la ley del ‘sólo sí es sí’ y sus primeras aplicaciones en los tribunales, que han generado rebajas de penas a condenados por delitos sexuales. No es momento.

No hay apoyos

Así, aunque en Moncloa no quieran ni hablar del tema, parece imposible a día de hoy que vayan a apoyar una enmienda para modificar la figura de la malversación. El enfriamiento ha sido progresivo, aunque aún falta la declaración pública del presidente del Gobierno, que ha evitado hacerlo por ahora. Las únicas palabras que salen de su boca al respecto, por mucha interpelación del PP, es que su Gobierno «continuará avanzando» en la política de «convivencia» y «reencuentro» con Cataluña.

Fuentes del Gobierno alegan que no se trata más que de «un futurible» y no de un compromiso, como sí era el caso de sedición. Y hasta aquí es posible leer. Pero lo cierto es que, aunque quisiera Moncloa, tampoco tienen los apoyos para llevarlo a cabo.

Unidas Podemos, PNV, EH Bildu, Más País y BNG han expuesto sus dudas ante esta posibilidad de reforma del Código Penal. Y lo verdaderamente importante para el Gobierno, e incluso para ERC, ya está conseguido. En el caso del primero, conseguir sacar los terceros presupuestos de la legislatura, en los que se prevé que tengan 176 síes. En los segundos, eliminar el delito de sedición. Y con eso, suficiente.

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