Un bronco debate sobre sanidad sin Moreno mete a Andalucía de pleno en la precampaña electoral

La oposición usa como argumento el escaño vacío del presidente andaluz, en Salamanca con Mañueco, para acusar el “desinterés” del Gobierno con la atención primaria

El consejero de Salud, Jesús Aguirre, durante su intervención en el pleno extraordinario del Parlamento de Andalucía. EFE/ Raúl Caro

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“Señorías, por favor. Por favor, señorías”. Durante el pleno extraordinario celebrado este viernes, Marta Bosquets, presidenta del Parlamento andaluz, se ha afanado en llamar al orden a los diputados a lo largo de un debate bronco marcado por el escaño vacío de Moreno Bonilla. A esa hora, el presidente andaluz viajaba a Salamanca para arropar a su compañero Fernández Mañueco en el primer día de campaña en Castilla y León, cuyo resultado marcará la convocatoria en Andalucía, aún sin fecha.

Si alguien entendió que la ausencia del presidente devaluaría el debate, el efecto que ha provocado ha sido justo el contrario, ha encendido los ánimos hasta llegar al fuego cruzado de insultos: desde la tribuna, la diputada del PP Beatriz Jurado ha llegado a calificar a la oposición de “sinvergüenzas” y ésta a los partidos del Gobierno de “mentirosos” y al presidente andaluz de “soberbio” y “endiosado” por su desconexión de los problemas de los andaluces”.

En la cámara autonómica, no son nuevos estos ataques y por idénticas razones. En su última legislatura, marcada también por las protestas sanitarias que tomaron la calle durante meses, Susana Díaz fue calificada a diario de “soberbia” por su incapacidad de admitir que había un problema real en la sanidad andaluza. Quien le acusaba de esta forma era el entonces jefe de la oposición, Moreno Bonilla, un líder que jugaba su última partida como candidato. La inédita suma del bloque de derecha (PP-Cs-Vox) en las elecciones que Díaz adelantó a diciembre de 2018 logró desalojar por primera vez en 37 años al PSOE de San Telmo, sede del Gobierno andaluz.

Así, aunque convocado para debatir sobre la gestión sanitaria en plena sexta ola y también para abordar la prórroga del Presupuesto a petición de PSOE y Unidas Podemos con el apoyo de Vox, el pleno de este viernes ha colocado ya a todos los partidos a las puertas de la precampaña electoral cuya fecha parece más cercana en el tiempo, a juzgar por el rosario de declaraciones del presidente andaluz en este sentido, el único que tiene la prerrogativa de disolver la cámara y poner fecha a las urnas.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. EFE/Julio Muñoz

En una entrevista concedida a RNE, Moreno Bonilla ha declarado desde Madrid que los partidos de la oposición están demostrando que “están en campaña” electoral y que su único objetivo es “derribar al gobierno y forzar un adelanto electoral”, algo que, a su juicio, conseguirán si no puede impulsar las leyes y medidas previstas por su Ejecutivo, un gobierno de coalición (PP-Cs) que estos días celebra sus tres años en el poder.

Según el calendario oficial, la celebración de las próximas elecciones andaluzas tocan en diciembre de este año. En una entrevista a finales de diciembre, el presidente Moreno situó la convocatoria electoral entre junio y octubre, si bien el consejero de Hacienda, Juan Bravo, se decantó en público por junio para que dé tiempo de terminar el año con el presupuesto actualizado.

La subida de Vox en los sondeos y el rearme del PSOE, a pesar de la falta de visibilidad de su candidato, ha propiciado un profundo debate en el estrecho círculo que asesora al presidente Moreno Bonilla acerca de la idoneidad de convocar de manera inmediata o bien esperar a que se desinfle la polémica sanitaria. Mientras se decide el argumento de una “pinza” entre los partidos de la izquierda y el partido de Abascal es la excusa que aduce el Gobierno para dar prácticamente por terminada la legislatura.

La gestión sanitaria, ¿preocupación real o excusa partidista?

Para los populares, la petición de este pleno extraordinario no tiene más sentido que para usar la pandemia y la gestión sanitaria de modo “electoralista” y “partidista” por los partidos de la oposición. El propio consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha cargado contra el “tripartito”, en referencia a PSOE, Unidas Podemos y Vox, formaciones que “hasta hace poco no querían nada unos con otros”.

Por su parte, el líder de los socialistas, Juan Espadas, sin escaño en el Parlamento, ha acudido al pleno como invitado, y, en declaraciones a los medios, ha criticado “la falta de propuestas concretas” que ha ofrecido el consejero para responder a la tensión que sufren los profesionales de la sanidad en Andalucía.

Horas antes de este pleno, el presidente, en el marco de una entrevista en RNE, ha adelantado un Plan de Refuerzo de la Atención Primaria que se presentará en el Consejo de Gobierno del próximo martes. Y aunque ha completado su agenda institucional de este viernes con una reunión con el Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, su ausencia en un pleno que “aborda la principal competencia que tiene transferida la comunidad autónoma”, la sanidad, como ha recordado el portavoz de VOX, Manuel Gavira, refleja, en palabras de la socialista Ángeles Ferriz ,“la soberbia” con la que el Gobierno atiende “uno de los principales problemas al que se enfrentan los andaluces”.

Los partidos de la oposición se han afanado en demostrar con datos y ejemplos el “empeoramiento” de la sanidad en Andalucía que, según Ferriz, “ha empujado a la gente a hacerse un seguro privado”, del que disfrutan hoy ya 1,8 millones de andaluces, “un 10% más en los tres últimos años”. Para Gavira, “el gobierno del falso cambio es igual de malo que el de los socialistas”.

Para la portavoz de Unidas Podemos, Inmaculada Nieto, la incomparecencia responde a que “Castilla y León se ha convertido en el objetivo vital del señor Moreno Bonilla”, de quien ha recordado el ruego que formuló durante el reciente congreso del PP en Castilla y León: “¡Por Dios, por Dios, ganad con una mayoría suficiente!”.

Una expresión que se traduce como la necesidad de lograr una mayoría suficiente que le permita gobernar en solitario y evite integrar en su Ejecutivo a Vox, como exige el partido de ultraderecha por boca de Macarena Olona, quien todavía no es su candidata oficial pero actúa como tal. “Los andaluces nacemos donde nos da la gana”, ha declarado recientemente.

El resultado de Castilla y León es esencial en clave andaluza

Esa es la razón por la que el resultado de Castilla y León es esencial en clave andaluza y explica el tono tan encendido que ha adquirido el debate este viernes: una mayoría suficiente de Mañueco servirá de impulso para Moreno, por el contrario, una hipotética alianza con Vox en el Gobierno autonómico de Castilla y León le pondrá en la incómoda tesitura de explicar si optará por esa misma fórmula en Andalucía, lastrando de esa forma el perfil moderado que se ha trabajado a lo largo de toda esta legislatura.

Asimismo, la entrada de Vox en el Gobierno de Mañueco movilizaría sobremanera a una izquierda a la izquierda del PSOE que empieza a entender que no puede acudir a la próxima convocatoria electoral dividida, como se ha sabido esta misma semana cuando un grupo de activistas y académicos en la órbita de la izquierda desvelaron que el pasado 8 de enero los líderes de Podemos (Martina Velarde), Izquierda Unida (Toni Valero), Adelante Andalucía (Teresa Rodríguez) y Más País (Esperanza Gómez) han mantenido contactos para hacer confluir sus programas en una única candidatura, una fórmula en la senda de la propuesta política de la vicepresidenta Yolanda Díaz, al tanto, según explicaron sus promotores, de estos movimientos.

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