Mi décimo se ha roto, ¿puedo cobrar el premio de la Lotería de Navidad?

Existe la posibilidad de cobrar un décimo en mal estado contactando con la Administración de Loterías, pero debe cumplir ciertos parámetros

El décimo de la Lotería de Navidad no es solo un trozo de papel: es uno de los símbolos más emblemáticos de la cultura española, una tradición que desde 1812 llena de ilusión los días previos a la Navidad. Cada 22 de diciembre, millones de personas en todo el país esperan escuchar el número agraciado con el Gordo, y sueñan con que la suerte llame a su puerta.

Sin embargo, entre tanta emoción, no son pocos los casos en los que los décimos sufren accidentes: se rompen, se mojan, se arrugan o incluso se extravían parcialmente. Una noticia que, si ya es mala de por sí, se convierte en una desgracia cuando el décimo en cuestión es uno de los premiados. Una situación que conduce a la gran pregunta: ¿se puede cobrar un décimo roto?

Es posible cobrar un décimo roto… pero con condiciones

La Lotería Nacional de España, organismo encargado del sorteo, es clara al respecto: un décimo dañado no implica necesariamente la pérdida del premio. Sin embargo, no todo daño es igual. Para poder cobrarlo, el número, la fracción y la serie deben ser claramente identificables. En otras palabras, la identidad del billete debe estar intacta, aunque su estado físico no lo esté.

Si el daño es leve, por ejemplo, un pequeño desgarro o una mancha que no afecta a la numeración, el cobro no suele presentar mayores complicaciones. Pero si el deterioro es grave, el procedimiento se vuelve más complejo y puede requerir la intervención de las autoridades competentes. Y este es el punto en el que pueden surgir los verdaderos problemas.

¿Qué hacer si el décimo presenta daños mayores? El primer paso que debe seguir el propietario de un décimo roto es acudir a la Administración de Loterías más cercana, preferiblemente aquella donde se compró el billete. Allí, el personal evaluará el estado del décimo y determinará si el daño permite o no su verificación.

Si el número y la fracción se pueden leer con claridad, el décimo se comprueba de forma digital a través del sistema informático de Loterías y Apuestas del Estado, que coteja los datos del billete con su base oficial de registros. Si el sistema confirma la validez del número, el décimo se considera auténtico y puede cobrarse sin más trámites, pero si el daño es más grave, puede requerir una revisión más a fondo.

Por todo ello, uno de los consejos más importantes es no tirar ningún trozo del décimo roto. Cada pedazo cuenta a la hora de verificar su autenticidad. Los expertos recomiendan guardar todos los fragmentos dentro de una funda plástica transparente, sin intentar pegarlos con cinta adhesiva ni manipularlos en exceso, ya que esto puede dificultar el análisis posterior.

La integridad física del billete, aunque esté en varias partes, es clave para demostrar que no se trata de una falsificación. Si el décimo se ha roto en dos o más pedazos, pero todos pueden ensamblarse correctamente y el número sigue siendo visible, el billete conserva su validez legal.

En el peor de los casos, si la Administración de Loterías no puede confirmar la autenticidad del billete debido a su mal estado, el caso se remite al Comité de Reclamaciones de Loterías y Apuestas del Estado. Este organismo es el encargado de dictaminar si el décimo dañado puede o no cobrarse.

Para ello, el Comité realiza una peritación técnica y documental, que puede incluir la comparación del número visible con los registros oficiales, análisis del papel de seguridad o revisión de marcas y sellos de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Este proceso puede tardar varias semanas, pero garantiza que el premio llegue a su verdadero propietario si se confirma la autenticidad del décimo.

¿Si el décimo está irreconocible, puedo cobrarlo?

Sin embargo, hay escenarios peores. En los casos más extremos, cuando el décimo está muy deteriorado o apenas legible, el afectado deberá presentar una reclamación formal. En este trámite se pueden aportar pruebas adicionales que respalden la propiedad del billete, como recibos de compra, fotografías, o testigos que confirmen que el décimo pertenecía al reclamante.

También se recomienda contactar directamente con Loterías y Apuestas del Estado para obtener instrucciones personalizadas y evitar errores en el procedimiento. La clave es no intentar repararlo por cuenta propia ni acudir a intermediarios, ya que cualquier manipulación indebida podría invalidar el billete.

Por otro lado, y alfo que mucha gente olvida, es importante recordar que los premios de la Lotería de Navidad caducan a los tres meses desde la fecha del sorteo, por lo que es importante actuar con rapidez si el décimo premiado está dañado. Retrasar la gestión puede suponer perder el derecho al cobro, incluso si el billete es legítimo.

Por ello, los expertos recomiendan proteger los décimos desde el momento de su compra, evitando exponerlos a la humedad, doblarlos en exceso o guardarlos junto a objetos que puedan deteriorarlos. También es recomendable anotar el número y hacer una fotografía del billete, lo que puede ser útil en caso de pérdida o daño. Porque cuando hay tanto dinero en juego, toda precaución es poca.

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Diego Sánchez Aguado

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