Erasmus+ vuelve a activarse tras el acuerdo entre la UE y el Reino Unido

Una alianza renovada que devuelve a miles de jóvenes británicos las oportunidades de estudiar, formarse y trabajar en Europa

Un grupo de amigos frente al Big Ben

Un grupo de amigos frente al Big Ben. Foto: Freepik

El programa Erasmus+ volverá a estar operativo para el Reino Unido a partir de 2027, después de que Londres y Bruselas hayan alcanzado un acuerdo político que reactiva uno de los instrumentos de movilidad educativa más emblemáticos de Europa. El pacto supone un giro relevante en la relación bilateral tras el Brexit, al restablecer canales de cooperación en educación, formación, juventud y deporte que habían quedado interrumpidos en los últimos años.

El entendimiento se enmarca en un paquete más amplio de acuerdos entre la UE y el Reino Unido, que también incluye avances en integración de mercados energéticos, comercio agroalimentario y cooperación climática. Para el Ejecutivo británico, la reincorporación a Erasmus+ representa un compromiso cumplido con estudiantes, centros educativos y organizaciones juveniles, que reclamaban desde hace tiempo recuperar un programa con fuerte impacto social y académico.

La activación de Erasmus+ abre una nueva etapa para miles de jóvenes británicos, que podrán volver a estudiar, formarse o realizar prácticas profesionales en países europeos, al tiempo que estudiantes y docentes del continente regresarán a universidades y centros del Reino Unido. Se trata de una apuesta estratégica por el talento, la empleabilidad y la proyección internacional, especialmente relevante en un contexto de competencia global por el capital humano.

Un acuerdo que devuelve oportunidades educativas y formativas

El retorno del Reino Unido a Erasmus+ se producirá oficialmente en el curso académico 2027-2028, según los términos pactados entre ambas partes. El programa permitirá participar no solo a estudiantes universitarios, sino también a alumnos de formación profesional, aprendices, adultos en procesos de reciclaje formativo, personal docente y trabajadores del ámbito juvenil y deportivo.

Las estimaciones iniciales apuntan a que más de 100.000 personas podrían beneficiarse del programa en su primer año completo, una cifra que refleja la magnitud del impacto esperado. El Gobierno británico ha subrayado que el objetivo prioritario será garantizar el acceso a jóvenes de entornos desfavorecidos, reforzando así el carácter inclusivo que distingue a Erasmus+.

Los datos respaldan la relevancia del programa para la inserción laboral, especialmente entre colectivos con menos recursos. Estudios recientes indican que los estudiantes que cursan parte de su formación en el extranjero presentan mejores tasas de empleo cualificado a medio plazo, lo que refuerza el argumento de que la movilidad internacional no es solo una experiencia cultural, sino también una inversión en futuro profesional.

Condiciones financieras y garantías para los contribuyentes

Uno de los puntos clave del acuerdo ha sido la negociación de las condiciones económicas, un aspecto especialmente sensible tras la salida del Reino Unido de la UE. Londres ha logrado un descuento aproximado del 30% respecto a las condiciones estándar, lo que permitirá una participación plena sin un coste desproporcionado para las arcas públicas.

La contribución británica prevista para 2027 se sitúa en torno a los 570 millones de libras, cubriendo el primer curso académico completo de reincorporación. El Gobierno ha insistido en que cualquier extensión futura del programa dependerá de acuerdos adicionales, vinculados al próximo marco financiero plurianual europeo y basados en criterios de equilibrio entre aportación y beneficios.

Para asegurar una gestión eficaz, se designará una Agencia Nacional británica encargada de coordinar Erasmus+, con una plataforma digital específica y guías operativas que se publicarán con antelación. Esta estructura busca ofrecer certidumbre a universidades, colegios, centros de FP y organizaciones sociales, permitiéndoles planificar su participación con tiempo suficiente.

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Más allá de Erasmus+: energía, comercio y cooperación climática

El acuerdo educativo forma parte de una agenda más amplia de relanzamiento de las relaciones UE-Reino Unido, que incluye la apertura de negociaciones técnicas para integrar al país en el mercado eléctrico europeo. Esta iniciativa podría reducir costes energéticos, mejorar la seguridad del suministro y atraer nuevas inversiones, especialmente en regiones vinculadas al Mar del Norte.

También se ha fijado un calendario para cerrar un nuevo acuerdo sobre comercio de alimentos y bebidas, así como para vincular los sistemas de comercio de emisiones de carbono. Estas medidas buscan reducir fricciones comerciales, proteger a consumidores y empresas y reforzar los compromisos climáticos compartidos, en un contexto de transición energética y presión inflacionaria.

Desde Bruselas y Londres se destaca que esta cooperación renovada responde a prioridades concretas de la ciudadanía, como el empleo, el coste de la vida y la estabilidad económica. La reincorporación a Erasmus+ se presenta así como una pieza más de una estrategia pragmática, orientada a recuperar beneficios tangibles sin reabrir debates estructurales sobre el Brexit.

Un impulso para jóvenes, docentes y sectores clave

Erasmus+ permitirá que estudiantes británicos realicen prácticas en empresas europeas de referencia, participen en intercambios académicos y accedan a proyectos culturales y deportivos internacionales. Al mismo tiempo, el personal educativo podrá beneficiarse de estancias formativas, programas de ‘job shadowing’ y cooperación transnacional, reforzando la calidad del sistema educativo.

El sector del deporte y el trabajo juvenil también se verá reforzado, con oportunidades para entrenadores, monitores y profesionales que podrán desarrollar proyectos conjuntos y mejorar sus competencias. Esta dimensión, a menudo menos visible, es clave para fomentar la cohesión social, el liderazgo y la participación comunitaria.

El Gobierno británico ha reiterado su intención de complementar Erasmus+ con programas nacionales, de forma que la transición sea ordenada y se maximice la participación. La prioridad será evitar solapamientos, ofrecer claridad normativa y garantizar que ningún colectivo quede excluido durante el proceso de reincorporación.

Un paso simbólico y práctico en la relación UE-Reino Unido

La vuelta a Erasmus+ tiene un fuerte componente simbólico, al restablecer uno de los vínculos más valorados por la sociedad civil entre el Reino Unido y la Unión Europea. Más allá de la política, el programa conecta a personas, instituciones y comunidades, reforzando una identidad compartida basada en el intercambio de conocimiento y experiencias.

Desde el punto de vista práctico, el acuerdo devuelve previsibilidad al sistema educativo, tras años de incertidumbre para estudiantes y centros. La posibilidad de planificar estancias internacionales a medio plazo mejora la competitividad de las universidades británicas y refuerza su atractivo global.

En conjunto, el regreso de Erasmus+ confirma un cambio de tono en la relación bilateral, centrado en resultados concretos y beneficios mutuos. Para miles de jóvenes, docentes y profesionales, 2027 marcará el inicio de una nueva etapa de movilidad, aprendizaje y cooperación, con impacto directo en sus trayectorias personales y profesionales.

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Alba Carbajal

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