Crisis en la Premier League: un club histórico se declara en concurso de acreedores

El Sheffield Wednesday ha confirmado su grave crisis financiera al declararse en concurso de acreedores, con varios inversores ya interesados en su compra

El Sheffield Wednesday, uno de los clubes más antiguos del fútbol inglés y miembro fundador de la Football League, ha presentado oficialmente su declaración de concurso de acreedores, una medida que confirma la grave crisis financiera que atraviesa. Una situación que, durante los últimos meses, ha hecho a muchos teorizar con una hipotética desaparición del club.

El expediente judicial, presentado el pasado viernes, marca un punto de inflexión en la historia de la entidad, actualmente en la Championship, comúnmente conocida como la Segunda División de Inglaterra, y supone el reconocimiento formal de su insolvencia económica. Un secreto a voces, que hoy ya se ha convertido en una realidad.

Otro histórico de la Premier League, al borde del colapso

Lo cierto es que la situación no es nueva, sino que viene ya de bastante lejos. Y es que la English Football League (EFL) ya había advertido al club durante los últimos meses por múltiples incumplimientos de la normativa económica, especialmente por no pagar los salarios de sus jugadores a tiempo, un hecho reiterado desde junio, lo que ya puso al conjunto inglés contra las cuerdas.

Tras ello, con esta situación, el club se une a la lista de históricos del fútbol inglés que han sufrido un colapso financiero, como Portsmouth o Derby County, y se enfrenta ahora a una deducción automática de 12 puntos, tal como establece el reglamento de la liga para entidades en concurso de acreedores.

Sin embargo, ya antes de esta sanción, el Sheffield Wednesday ya vivía un momento deportivo preocupante: solo una victoria en 11 partidos y seis puntos en la clasificación, lo que le situaba en la última posición de la tabla. A ello se suma la deducción adicional de 12 puntos, que provocará que el equipo se hunda aún más en la zona de descenso, complicando enormemente sus posibilidades de mantener la categoría.

Para rematar la mala situación económica, social y deportiva del club, es también importante remarcar que no es la primera vez que el club sufre un castigo administrativo. En la temporada 2020-21 ya perdió seis puntos por incumplir las normas de beneficios y sostenibilidad impuestas por la EFL. A ello se suman embargos de registro y deudas acumuladas durante las dos últimas campañas, lo que ha terminado por asfixiar financieramente a la entidad.

Ya hay ofertas sobre la mesa para que el Sheffield cambie de manos

Ahora, después de esta declaración, el Sheffield Wednesday ya ha reconocido oficialmente que no puede hacer frente a sus obligaciones económicas. Este proceso, conocido en Inglaterra como administration, permite que un grupo de administradores designados por la EFL asuma temporalmente el control financiero y de gestión del club con el objetivo de reestructurar la deuda y buscar un nuevo comprador.

Durante este periodo, el club debe permanecer oficialmente en el mercado durante 28 días antes de designar un comprador preferente. Si en ese tiempo no se encuentra una solución viable, la EFL podría restringir operaciones económicas, dificultar fichajes o, en casos extremos, expulsar al club de la competición profesional.

Poco tardaron en llegar las primeras ofertas, ya que tras la declaración de insolvencia, el expropietario Dejphon Chansiri cedió el control a los administradores designados, entre ellos Kris Wigfield, quien confirmó que ya se han recibido varias ofertas de compra. Según Wigfield, “cuatro o cinco grupos inversores han mostrado interés real y cumplen los criterios necesarios para poder negociar”.

Estos criterios incluyen demostrar la viabilidad económica del proyecto y superar las pruebas de idoneidad de la EFL, que evalúan tanto la solvencia financiera como la capacidad de gestión de los posibles nuevos dueños. Wigfield manifestó su deseo de que el proceso avance con rapidez y que el club cuente con nuevos propietarios antes de la apertura del mercado de fichajes de enero, una fecha clave para reforzar la plantilla y evitar el descenso.

Una situación que, sin embargo, no ha sido capaz de parar la pasión. Y es que el ambiente en el estadio Hillsborough sigue siendo de esperanza. En la derrota de este sábado ante el Oxford United, más de 27.000 aficionados acudieron al campo, registrando la mejor entrada de la temporada, en una muestra de unidad y fidelidad inquebrantable hacia un club que forma parte de la identidad de la ciudad de Sheffield.

A mayores de esta, la afición del Sheffield Wednesday ha respondido con un apoyo masivo, también desde el punto de vista económico. Desde el pasado viernes, los seguidores han aportado más de 500.000 libras, unos 575.000 euros, mediante la compra de entradas, camisetas y productos oficiales, con el fin de ayudar a pagar los salarios atrasados de los jugadores.

Ahora, el club enfrenta varios escenarios posibles: si logra un comprador sólido y una reestructuración efectiva, podría salvar su futuro en la Championship; de lo contrario, la caída a la League One, tercera división inglesa, sería casi inevitable. El precedente del Derby County en 2021, que descendió tras un proceso similar, planea como una advertencia clara de lo que puede venir.

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