Erre & Urrechu trae a Barcelona la tradición del asador vasco al nivel más alto
El cocinero Íñigo Urrechu presenta sus sofisticados platos de carnes, pescados y verduras a las brasas en el nuevo restaurante del Torre Melina Gran Meliá

Íñigo Urrechu en el nuevo restaurante. Foto Erre & Urrechu
No, no todas las maderas son iguales para cocinar a las brasas. Depende del tipo de árbol los alimentos adquirirán un sabor u otro. Y eso bien lo saben en el nuevo restaurante Erre & Urrechu, el sofisticado templo de las carnes al fuego que abrió sus puertas hace pocos meses en el Torre Melina Gran Meliá, en la zona alta de Barcelona.
En este elegante restaurante el cocinero vasco Íñigo Urrechu, reconocido como una de las primeras espadas de la cocina a las brasas, pone su huella en una propuesta de alta gama con un cuidado obsesivo por el producto donde se va mucho más allá del típico chuletón de tamaño XXL.
“Erre es la casa de nuestros amigos, donde nos reunimos y celebramos”, declara Íñigo Urrechu en la carta
Ese cuidado se ve, como decíamos, en la elección de las maderas: “las de encina las usamos para las carnes, las de naranjo para las verduras, y las de olivo para los pescados”, nos apunta el cocinero Pere Nacarino, responsable cada jornada de llevar a buen puerto las creaciones de Urrechu.
Erre, cabe puntualizar, proviene del quemar en euskera, pero para Urrechu, es mucho más. Así lo refleja en su carta, todo un preámbulo para lo que viene: “Erre es materia prima, es pasión, es fuego, es profesionalidad, es cariño… pero sobre todas las cosas, es la casa de nuestros amigos. Es vuestra casa, donde nos reunimos, compartimos, celebramos y vivimos”.
La elaborada carta de Erre & Urrechu
En este restaurante, cuyo precio medio está entre los 70 y 80 euros -sin contar bebida, cada plato puede llevar tres a cinco ingredientes, cada uno con su proceso de elaboración, e incluso algo que se supone tan simple como asar una carne o un pescado también es acompañado de guarniciones y salsas que cambian las reglas del juego de este tipo de cocina.
Tras un aperitivo de ajoblanco con caballa ahumada, probamos el corte de foie y teja crujiente de pan dulce con naranja, seguido por dos brioches, uno de fricandó y otro de carne de cuello de cordero. ¿Cuál era más sabroso? Todavía lo estamos debatiendo.
El paso siguiente fueron los huevos con parmentier y angulas, una combinación marítima muy recomendada, que comparte la carta con otros entrantes como la ensalada de ventresca de bonito con pulpa de tomate, el lomo de anchoas, cebolla cremosa, tomate troceado y encurtidos, algunos de los steak tartar (ya sea el de atún rojo, caviar y espuma de mostaza o el de selección de carne de vacuno), el aguacate a la parrilla en ensalada con vinagreta o los rollitos de langostino tigre con vinagreta de soja.
Las esperadas carnes
Las neveras que exhiben las carnes anticipan al comensal qué se va a encontrar en el plato. Y quien presuma de saber de este mundo puede elegir cortes por razas, como el chuletón o el lomo bajo sin hueso de la Fleckvieh, el cowboy steak o la suprema de vaca de la Danish Jersey, el chuletón o el exquisito chulillo (chuleta de solomillo de 350 gr con su carne más tierna) de la alemana Simmental, o las opciones de sabor más intenso como el medio kilo de entrecote del cebón (machos castrados de menos de 48 meses) de raza Angus española.
En nuestro caso, no nos arrepentimos de haber probado el chulillo de esa última raza, con una guarnición de chalotas al vino tinto con boletus confitados y de edamame; y para sazonar, las sales d’Es Trenc de Mallorca, de hierbas aromáticas o de Hawái.
En Erre & Urrechu se puede elegir el tipo de cuchillo para cortar la carne
Ojo al detalle chic que los camareros dan a elegir qué tipo de cuchillo se desea para cortar la carne: el francés, el alemán o el español. Hagan la prueba de elegir uno cada uno y verán la diferencia.
Pescados y verduras a las brasas
Como decíamos antes, no todo son carnes: los pescados y mariscos también son protagonistas, y basta ver que en la carta se pueden elegir entre la langosta a la parrilla con huevo frito y base crujiente, el lomo de salmón salvaje con salsa ponzu y pico de gallo, el sapito de piel negra del Cantábrico o la lubina entera con refrito de pimientos y ajada; en los últimos dos casos, para un mínimo de dos personas.
Y también hay un sitio destacado para las verduras cocinadas con madera de naranjo, como los corazones de alcachofa, los pimientos del piquillo asados, los tomates confitados con aceite de albahaca o el puerro asado con trufa y mantequilla asada, todo un manjar.
Las recomendaciones de Urrechu
A la cocina de Urrechu hay que probarla varias veces. Por ello, sea en la primera visita o en las siguientes oportunidades, no dejen de pedir algunas de las sugerencias del chef, como el sofisticado risotto de pechuga de faisán y ralladura de trufa negra, la costilla de pecho de vaca (confitada en su jugo por 10 horas), el jarrete ibérico brasedo en su jugo, el bacalao al pil pil sobre ajoarriero, el arroz meloso de carabinero, el txangurro a la donostiarra o el pulpo a la brasa con puré cremoso de patatas y mejillón de roca.
Los postres son tan elaborados como los platos, como los dados de torrija artesana, pincelada de café y crema helada; el fuerte brazo de gitano con sopa de chocolate y crema helada de choco blanco, la liviana tarta de queso con helado y membrillo o el que elegimos, el bombón almendrado con crema helada de mango o granizado de patxarán.
A brindar
Queda por hablar de los vinos: la bodega vidriada de la entrada revela algunas de las joyas entre las 200 referencias de tintos, blancos, rosados y espumosos, elegidos por la sumillier Cristina Bonetti, que es como un mini atlas de las DO españolas.
En nuestro caso, empezamos con un Jarrate de DO Rioja y un Marieta de Rías Baixas, para luego recibir a las carnes con un magnífico López de Heredia de Viña Tondoni.
Y al brindar, bajo el moderno ambiente de luces tenues y los detalles modernistas (como las sillas diseñadas por Antoni Gaudí de la entrada), veíamos como cada tanto una llamarada se escapaba de las parrillas Josper para darle la estocada final a las preparaciones de Erre & Urrechu.