Pozuelo, dónde ir y qué pedir en el nuevo referente gastro en Madrid

Antiguo destino de veraneo de los madrileños acomodados y hoy uno de los municipios con mayor renta per cápita de España, Pozuelo se afianza como nuevo polo gastronómico

Leonardo es una de las novedades gastro de Pozuelo.

Algo está pasando en Pozuelo en materia de gastronomía y no queda más que dar la bienvenida a tan buena nueva. Antiguo destino de veraneantes y clases acomodadas de Madrid, la que, sin duda, es una de las localidades con mayor nivel de renta de España se reivindica con la apertura (o el afianzamiento) de restaurantes de alta cocina, algunos firmados por los más reconocidos (y estrellados) cocineros del Olimpo culinario español.

El ejemplo más notable es Dabiz Muñoz y su DiverXO. En el último congreso Madrid Fusión anunció por fin el inminente traslado desde el Hotel NH Eurobuilding, junto al madrileño Paseo de la Castellana, hasta Pozuelo de Alarcón. Con esta inversión millonaria, el genial chef se ha marcado un objetivo claro: que DiverXO sea “el mejor restaurante del mundo”.

Los mejores fogones de Pozuelo

Mientras llega ese momento, lo cierto es que Pozuelo de Alarcón ya puede presumir de una ruta (no oficial) de grandes fogones. Un recorrido culinario que puede comenzar en La Finca, urbanización de lujo y diseño donde residen numerosas celebrities y grandes empresarios nacionales.

La Finca Grand Café acaba de abrir sus puertas en Pozuelo. Foto: Lobito La Finca.

Aquí abrió a finales de 2023 La Finca Grand Café, un estiloso centro gastronómico, de ocio y comercial que para sí quisiera cualquier otra ciudad del país. Incluida Madrid.

Es aquí, aunque en un edificio independiente, donde se situará DiverXO. Pero en el interior de La Finca Grand Café ya se pueden degustar las lujosas propuestas de Leonardo. En este restaurante, perteneciente al grupo de restauración canario Garneg, se disfruta de una cocina de acento italiano (incluidas sus pizzas hechas al horno de leña, al más puro estilo napolitano).

Eso sí, no se trata de gastronomía italiana al uso. Aquí cada plato tiene sus propios detalles de sofisticación: puede ser el pan de oro que corona la Burrata Gold (con su tartar de tomate, su helado de albahaca y su tierra de aceitunas negras); quizás la gamba roja de Mazzara del Vallo (Sicilia) que se presenta en carpaccio; los canelones rellenos de ragú de angus; los carabineros en risotto; el uso del bacalao negro; o la presencia en la carta de ostras, caviar Imperial o las aromáticas trufas de temporada.

Pizzas de estilo napolitano al horno de leña. Foto: Restaurante Leonardo.

Brasas, cócteles y una pizca de mar

En La Finca Grand Café también ha desembarcado Dani García con su Lobito de Mar, “el bar resalao” de mesas con mantel, en las que el chef malagueño ofrece su inconfundible culinaria mediterránea, andaluza, personal y divertida.

Una forma genial de disfrutar de algunos de los mejores platos de la carta es el Menú Marinero, disponible a mediodía de lunes a viernes (30 euros).

Con él se puede elegir, por ejemplo entre la ensaladilla rusa de anguila ahumada y el carpaccio de chuletón de atún con huevos fritos; o entre las albóndigas de atún con tomate y el guiso de fideos con almejas. No faltan arroces ni, por supuesto, la irresistible tarta de queso fresco.

Arroz seco al sarmiento con chuleta. Foto: Lobito de Mar.

Sin necesidad de salir de este mismo centro, salen al paso otros negocios gastronómicos de altísimo nivel. Es el caso de Mena, que fue el primero en abrir, con una impactante decoración a cargo de Alejandra Pombo y donde se disfruta tanto del fuego (cocina a la brasa) como de la barra (una amplia carta de cócteles).

Además, Indochina Brasa, del grupo China Crown, con el convincente sello de su propietaria y alma mater, María Li Bao, que ha ideado un nuevo concepto donde fusiona la tradición de la gastronomía asiática con el sabor de la cocina a la brasa y que convive en este nuevo espacio con Tottori, enfocada a la cocina japonesa, también del mismo grupo de restauración; o la nueva delegación de Lavinia, vinoteca que no necesita demasiadas presentaciones y que en su pequeño local de La Finca Grand Café pone a la venta más de 600 referencias.

Foto: Indochina Brasa.

Restaurantes en Pozuelo más allá de La Finca

Mucho antes de este boom gastro que supone la apertura de La Finca, en Pozuelo de Alarcón ya brillaba con luz diferenciada El Cielo de Urrechu. Lo que más llama la atención de este restaurante, aparte de las ondas decorativas que recorren el techo, es el gran ventanal desde el que se domina, en primer término, el manto verde de la Casa de Campo y, al fondo, el skyline de la capital en su parte oeste, probablemente el más fotografiable.

Y luego está la gastronomía. El cocinero guipuzcoano Íñigo Urrechu y su mano derecha en este negocio pozueleño, Juan Antonio Blas, junto a su director de sala, Jesús del Sanz, no entienden la cocina sin evolución y creatividad.

Mucho antes del boom gastro de Pozuelo ya había en la zona restaurantes tan solventes como El Cielo de Urrechu

Por eso aquí la experiencia nunca es la misma a la de visitas anteriores. Y eso que en el fondo de cada propuesta siempre está el recuerdo a esos sabores y aromas primarios de las cocinas vasca y castellana tradicionales. Una recomendación si se viene por primera vez: dejarse llevar por alguno de los tres menús degustación, de 72,5 a 82 euros con bebidas incluidas.

Foto: El Cielo de Urrechu.

Muy próxima y también junto a la Casa de Campo está La Taberna de Elia, con seguridad una de las parrillas más recomendables de la Comunidad de Madrid. Un lugar ideal para amantes de las carnes de vacuno (incluidas black angus prime, angus argentino, el buey gallego y el wagyu Kagoshima Sanuki), donde también hay opciones para los menos carnívoros e, incluso, para vegetarianos.

El local, capitaneado por Catalin (Cata) Lupu, tiene doble vocación: como parrilla y como taberna (de ahí el nombre), con la posibilidad de comer de tapas o con sus menús temáticos (a 35 euros, mínimo dos comensales). Éstos son: Elia Verde (con su tempura de boniato y mayonesa de chipotle, entre otros platos); Elia del Mar (con rape o lubina a la brasa); Elia Carnívora (por ejemplo, con torrezno y costilla de vaca a la brasa); y Elia Classic (en el que no faltan ni el tartar Elia ni el entrecot).

Hamburguesa de salmón. Foto: La Taberna de Elia.

Kököchin: de Mongolia a China sin salir de Madrid

Una última recomendación es el restaurante Kököchin. Situado en el contiguo distrito de Moncloa-Aravaca, prácticamente una unidad con Pozuelo de Alarcón desde el punto de vista urbanístico, en este restaurante sirven una variada cocina con acento principal en China.

El interior del enorme local está inspirado en el viaje de Marco Polo desde Mongolia hasta la actual Siria, protegiendo a la princesa Kököchin. Así, hay diferentes ambientes inspirados en las regiones de Asia visitadas a lo largo de aquella ruta, la de la Seda: China y Mongolia, India y Ceilán (actual Sri Lanka), Persia y Oriente Medio.

Detrás del negocio está la carismática Julia Zhou, propietaria del grupo Madarin, que tiene en Madrid otro restaurante chino de gran éxito: El Bund.

Foto: Kököchin.

Respecto a la carta del restaurante de Aravaca, destaca el capítulo de dim sum caseros al vapor, a la plancha o cocidos, con una masa absolutamente etérea y unos rellenos suntuosos y convincentes.

Como las distintas versiones de la lubina, presentada en la mesa de una manera realmente espectacular, o el pato crujiente con salsa shanghainesa. Para acompañar, no hay duda: el arroz frito de la casa. Y, como colofón, el tiramisú de té verde.

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