Comer en Alcobendas y La Moraleja: 6 restaurantes que son un acierto

Porque hay vida más allá del centro de Madrid (y 16.000 empresas, entre ellas 500 multinacionales), descubrimos 6 excelentes restaurantes para hacer negocios (o no) en Alcobendas y La Moraleja

En busca de los bocados mas suculentos de Alcobendas. Foto: Aspen.

Puede que no figure entre los destinos que tenemos en el radar para una escapada próxima. Los turistas no acuden en masa a descubrir sus museos, pasear por sus plazas, fotografiar sus monumentos, descubrir la última azotea de moda o participar en la enésima experiencia inmersiva que iguala a Madrid, Barcelona, París y Londres.

Sin embargo, y con menos de 120.000 habitantes, Alcobendas, que Penélope Cruz puso en el mapa internacional en una ceremonia de entrega de los Oscar allá por 2009, sí ha logrado atraer a más de 16.000 empresas, 500 de ellas multinacionales, y convertirse en la tercera ciudad española, solo por detrás de Madrid y Barcelona, en facturación de empresas con unos 78.000 millones de euros, casi el 6,5% del PIB nacional.

Al noroeste de la capital, Alcobendas no solo alberga las sedes corporativas de grandes firmas nacionales e internacionales y lujosas urbanizaciones, como la famosa La Moraleja. También un buen número de restaurantes que bien merecen la visita.

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A’Kangas by Urrechu

Amantes de la carne, sois bienvenidos. Del Grupo Urrechu, propietarios también de Urrechu en Madrid y El Cielo de Urrechu en Pozuelo de Alarcón, A’Kangas by Urrechu (Pza. de la Moraleja, 4) es un paraíso de brasas y parrilla.

Foto: A’Kangas by Urrechu.

Un moderno salón decorado con gusto y una terraza cubierta rodeada de árboles son dos de los apetecibles espacios para degustar sus propuestas: básicamente carne de la mejor calidad.

Proveedores como Valles del Esla y Grupo Norteños les surten de algunas de las mejores carnes que pueden encontrarse en Madrid, con variedad de razas, edades, procedencias, maduraciones y cortes.

Chuletones de buey o de ternera asturiana Xata Roxa, entrecot de vaca vieja 12 años, picaña, solomillos o tiras de asado black angus salen de las parrillas, alimentadas solo con leña de encina, y se sirven con patatas fritas, pimientos de Guernica o ensaladas de lechuga y cebolla. Seguro que no has probado nada parecido a los albondigones de chuletón.

Como entrantes, sashimi de atún, ensaladilla, almejas a la marinera picantitas, steak tartar, terrina de foie o zamburiñas.

Picaña de vaca vieja. Foto: AKangas by Urrechu.

Ah, y deja sitio para el postre casero: la torrija o la tarta de queso mascarpone y frutos rojos son buenas elecciones.

Filandón

Filandón, dícese de una reunión alrededor del fuego donde se contaban cuentos, se recitaban romances, se hablaba de los chascarrillos de los pueblos, incluso se cantaba y se bailaba. También es el término que da nombre a un restaurante asomado al monte de El Pardo, en la carretera de El Pardo a Fuencarral, que forma parte del grupo Pescaderías Coruñesas (del que también forman parte O’pazo, El Pescador, Lhardy o Desde 1911).

En Filandón, un reducto de calma en medio de la naturaleza (pero solo a unos minutos del centro de la capital) con una maravillosa terraza, hay que pedir producto de mar, como el famoso salpicón de marisco, el lenguado Evaristo, las cocochas de merluza o el pixín.

Terraza. Foto: Restaurante Filandón.

Y puesto que la parrilla es el eje central del restaurante, además de aprovecharla para asar patita de pulpo o rodaballos surtidos diariamente, también hacen excelentes carnes, como la chuleta de vaca vieja, el solomillo de ternera o el wagyu.

El barril de la Moraleja

Con lonja de pescado, barra de tapeo, restaurante, cava de vinos y una maravillosa terraza de verano, El barril de la Moraleja (Estafeta, 4) es sin duda uno de los mejores lugares para disfrutar de los productos del mar en Alcobendas.

Del grupo Oter, esta marisquería tradicional que trae producto de las Rías Baixas, el Mediterráneo o Huelva, ofrece según temporada buen bonito, langostinos, bien cocidos o a la plancha, ostras planas, gambas rojas, coquinas, almejas, mejillones, navajas, centollos de O’Grove o carabineros de Isla Cristina.

Foto: El Barril de la Moraleja.

Buenísimo el pulpo a la gallega con cachelos, los chanquetes fritos con huevos camperos, el cazón de adobo, los boquerones y la lubina de pincho en adobo de lima con cebolla roja encurtida y cilantro.

En la carta de vinos predominan los cavas y espumosos, albariños y ribeiros y cuenta también con cava de puros.

Aspen

Otro clásico de La Moraleja (abrió sus puertas en 2002) es Aspen, con una decoración que imita el clásico refugio de estación invernal trasladando el ambiente de las montañas a la plaza de La Moraleja.

Como en la montaña pero en Alcobendas. Foto: Aspen.

En su haber, una de las terrazas más solicitadas de la zona y una cocina mediterránea y tradicional de mercado, con picoteos como ensaladilla, croquetas, tortilla o torreznos de Soria, ensaladas, verduras y pescados.

Destaca el capítulo de carnes, con chuletas de Ávila o de bife, solomillo y pollo con verduritas, aunque nos quedamos con la hamburguesa de carne angus y lomo alto en pan brioche con bacon crujiente, queso cheddar, lechuga, tomate, cebolla confitada y su salsa especial.

Su mayor éxito hasta la fecha es, sin embargo, una exquisita tarta fina de manzana con helado de vainilla que hay que pedir al principio de la comida, ya que se emplean al menos 30 minutos en su elaboración.

Foto: Aspen.

De cháchara

Más informal, no todo van a ser marisquerías y grandes parrillas, De cháchara (paseo de Valdelasfuentes, 12) parte de la cocina tradicional y el producto local a los que aplica un toque personal.

Ambiente molón y divertido, con una barra colorida que integra desde una antigua báscula a plantas y palés de madera usados como botelleros y mesas altas para comidas, cenas, aperitivos o copas. Cuenta además con un salón con ventanales para un servicio más tranquilo, pero siempre con un toque familiar que te hace sentir como en casa.

Orejita de elefante. Foto: De Cháchara.

Entre sus platos estrella, el ceviche de corvina de coco, las croquetas, las bravas, los raviolis rellenos de morcilla con confitura, los dados de solomillo de ternera al romero con bearnesa o la ‘orejita de elefante’ como llaman a su versión del cachopo asturiano.

New York Burger

Porque a veces es buena idea comer dentro de un centro comercial, especialmente si está en La Moraleja y se llama Moraleja Green, nos vamos a New York Burger (Avenida de Europa 10).

Premiado en los Restaurant & Bar Design Awards como uno de los restaurantes más bonitos del mundo en 2019, las claves de su éxito residen en la materia prima y en un estilo muy americano a la hora de cocinarla con humo y a baja temperatura durante 14 horas para conseguir que la carne no pierda sus propiedades, potencie su textura, sea más tierna y obtenga el auténtico sabor ahumado.

Foto: New York Burger.

Así, y en un horno importando de Texas se cocinan, por ejemplo, el brisket, las costillas de cerdo, el pulled pork, las alitas y la pechuga de pollo.

Eso por no hablar de las hamburguesas que ni son fast food ni se hacen la plancha. Obra y gracia de carbón y leña, sus burgers quedan caramelizada por fuera y jugositas por dentro. Buenísimas.

a.
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